Hace no mucho tiempo, una gran amiga me preguntó porque me levanto por las mañanas si no estoy obligado a hacerlo. Así pues creo que escribiré esto para dar una respuesta que pueda satisfacer todos los puntos de vista posibles y de paso hacer una descripción breve de las personas que me rodean matutinamente de forma habitual, sobre su forma de ser o la visión que tengo de ellos y ellas. O elles, que dirían los nuevos miembros de las últimas oleadas del feminismo, que espero que no se enfaden mucho. Aquí les presento, pues, mis motivos para levantarme por las mañanas. Trataré de que mi subconsciente no se deje llevar por preferencias personales o sentimentales (eso último no me lo creo ni yo). Mucha gente no se verá reflejada en la descripción o en los hechos pero bueno... es la mera visión subjetiva de alguien con una percepción levemente distorsionada de la realidad así que bueno, allá vamos.
Me levanto por Nina y Carolina, por un deseo irracional de arriesgar la vida, pues no hay mayor riesgo que el de sus chistes malos. Es un primor, créanme, ver por las mañanas la cara de "sobada" de Carolina, como poco a poco se va despertando, recuerda algo que haya visto y lo cuenta con esa cara iluminada por la felicidad, que si una anécdota sobre su gato, el puf llamado Celso, que si una película, que si alguna torpeza, que si algo que dijo Ángel, profesor de historia del instituto. A veces me deleita los oídos con algún aleccionamiento en historia del arte, contado con ese brillo que se le pone en los ojos. De Nina podríamos hablar de ese aura tan personal y especial que tiene, que "enamora" hasta al mas frío, de como aparece siempre precedida de su carpeta dando esa imagen de chica dulce e inocente, sin olvidar todo el reguero de hombres que hay detrás de su ansiada belleza. También de sendas criaturas destacaríamos como se complementan la una a la otra en las conversaciones, esa dualidad extrema que les podría llevar a una de las amistades mas completas que el instituto de Adormideras haya visto jamás. De ambas podría hablar largo y tendido pero aun no quiero sacar un best seller, Ver a una sin la otra es de las escenas mas extrañas, rozando lo preocupante, que yo pueda presenciar en mi día a día.
Me levanto cada mañana por la alta y bondadosa Iria, para saludarle con ese clásico "hola querida Iria" y recibir su ya también tradicional "Hola querido David" con esa sonrisa de medio lado que, lejos de resultar irónica o sarcástica o venenosa como en otras personas, forma parte de la rúbrica personal de una dama que se ha convertido en una buena amiga con la que poder compartir chismes de todo tipo o bien a la que escuchar, o por la que ser escuchado, en los momentos difíciles. También debo admitir que es todo un bálsamo tonificador para el espíritu cuando desea aprender algo sobre el LoL, que yo encantado le explico con toda dedicación y alegría. Y su fervor hacia la gente que quiere, no olvidemos esa capacidad para entregarse tan ciegamente a la defensa de sus seres queridos, bajo la circunstancia que sea.
Me levanto por Chechu y su particular estilo de aparecer en escena, con ese rostro de absoluta e inalterable tranquilidad junto alguna frase estilo "Eyyyy, que pasa con vuestro flow". Muy años 2000 pero aparte de ser todo un conquistador de corazones femeninos es una de las personas con las que mas disfruto hablando de Harry Potter o de historia. Me encanta sus visiones alternativas de las situaciones que se le plantean. Llegará lejos en la vida, probablemente como técnico de sonido de su grupo favorito, Amon Amarth. Podríamos comparar su calma con el Mar Mediterráneo, que parece casi inamovible en la superficie pero resulta enérgicamente inquieto en sus profundas corrientes. Ah y disfruto mucho de su capacidad para sorprenderse a veces de las cosas aparentemente mas banales. Esa cualidad es la que hace muchas veces a los seres humanos criaturas maravillosas.
Me levanto por la ingeniosa Inés, alias "gitana". No solo es toda una belleza, sino que unos minutos de conversación es todo un estímulo para cada parte del cerebro y un enriquecimiento casi espiritual. Quizás una de las mujeres mas intelectualmente atractivas que alguien como yo tenga la fortuna de cruzarse por la vida. Voy a conocer a pocas personas como ella, tan sincera, transparente, educada, sensible a la par que racional, apasionada de la cultura en ciertos campos e insaciable amante de todo aquello que deba ser sabido, ya sea para solucionar cualquier duda existencial que se plantea o sencillamente por incrementar sus conocimientos. Daría lo que fuera por una mujer con la centésima parte de su ácido humor plagado de referencias a la neurología, la sociedad o la vida. Y encima canta bien.
Me levanto por otra dama que también se llama Inés, Alías "Seni" o "la rubia". Al margen de un físico envidiable para algunas modelos de pasarela (aquí ella diría su clásico "No, mira, tengo chichita" pero ignoraremos eso último), es una persona con mucho carácter, una gran cantidad de energía y deseos de ver el mundo, de probar todos los deportes y demás experiencias físicas y emocionales así como quizás algún nuevo tipo de chupito. Es amante de la fiesta y de la noche. Tiene uno de los espíritus mas jóvenes que he visto, siempre tendiendo a la alegría y una visión desenfadada de la vida, que no se corta a la hora de expresar opiniones o ideas, sin ápice de vergüenza o miedo. Sus conocimientos en historia del arte son asombrosos y todos queríamos tener una profesora de dicha asignatura como ella.
Por supuesto, siempre al lado de una loca por la vida tiene que haber una loca de la vida y esa es Sara "la rubia". La conocí el mismo día que a Inés "gitana", en plena conferencia de terraza de un humilde servidor sobre física cuántica, sociedades secretas e historia de Europa. Es encantadora, educada y atenta, Admite sus defectos clásicos de una rubia con toda naturalidad, riéndose de sí misma, lo cual es un claro acto de sabiduría, y siempre se puede tener buenas conversaciones con ella. Aunque parezca que está loca también hay una persona llena de grandes sentimientos y un complejo mundo interior que desea adquirir datos para su propio enriquecimiento cultural, algo que casi nadie hoy en día desea o se ve impulsado a realizar.
Me levanto también por entablar alguna conversación o compartir algún momento con el ingenioso humor de Brais, "Kaly" para los amigos y allegados. Creo que es de esas personas que no dudan a la hora de tomar una decisión, tiene los pies en la tierra aunque evadirse en una buena fiesta es algo que también le pega bastante. En opinión es una persona que tiene las cosas bastante claras y aun mas claro es su humor, el cual siempre llega en el momento mas inesperado y hace reír a toda la mesa. Su aura de carisma le podría llevar lejos en algún momento de su vida. Guardo una gran y sincera admiración por él.
Salgo de la cama para encontrarme con la bella Bianca, con su particular estilo para echarme en cara que un día no le dije "hola querida Bianca", para conversar con ella a solas en algunas ocasiones y conocer un poco mas de su pasado, de lo que le ha hecho ser tan madura. Sus pensamientos llanos y sin cortapisas, sin puntas o recovecos que den lugar a confusión, facilitan mucho los intercambios verbales varios que podamos llegar a tener. Es una persona maravillosa y afortunado el hombre que tenga la suerte de compartir la vida a su lado.
La bella y dulce Tania es una de esas personas que llegan a engañar mucho. Puede parecer la típica niña rubia, ingenua y tonta pero doy fe de que no es así. Es mas, ni siquiera es rubia de verdad, creo. Cuando se le dirige un halago y contesta ese "gracias" con tan dulce voz seguido de esa bella sonrisa no puedo evitar sonreír en respuesta para mis adentros. Infunde a las personas con mis desequilibrios a concluir que aun queda bondad en el mundo, concretamente de esa bondad soñadora pero que tiene gran capacidad para la toma de decisiones importantes. Y que decir, es encantadora, con muchas ganas de vivir la vida, de experimentar nuevas sensaciones en cualquier apartado de la existencia. Todo un primor de niña que me alegro de ver por las mañanas.
Me levanto para contarle mis gilipolleces sentimentales y demás chorradas a Carlos, que tiene a veces algo de capullo, pero se ha mostrado fiel al concepto de amistad que yo tengo desde que le conozco. Su devoción por el anime y en especial los oppais y las pantsus no le ha restado tiempo para dedicarse a escucharme en los buenos y malos momentos. Se que gusta de contarme las cosas así como yo de contarle las mías y que no va a decir nada al respecto. Tiene una personalidad calmada, rayano en lo afable y eso resulta tranquilizador en medio de las crisis existenciales que me acucian muchas veces. Al igual que con todas las personas anteriores, agradezco su presencia.
Y detrás de un gran hombre hay una gran dama "kawaii", y esa es Sara, la actual novia de Carlos, una de las damas mas bellas y aleatorias que se pueda conocer. Y no solo eso. Permanecer en constante lucha contra los propios demonios es algo que poca gente ha logrado resistir, por lo general cayendo a lo mas profundo del pozo de la decadencia interior, de la tristeza y la auto compasión. Ella, sin embargo, con toda su aparente fragilidad, no solo posee una gran fuerza interior, sino también una capacidad casi sobrehumana para escuchar y aconsejar a las personas que necesitan de su madurez. Algún día prueben a conversar a solas con ella, es una experiencia enriquecedora.
Me levanto por la expresividad facial de la bella Alba y de sus ocasionales y raros pero siempre cálidos abrazos. Ya le dije un par de veces que si dicha cualidad fuera una persona, le pediría matrimonio una y otra vez hasta que aceptara, con todo el sarcasmo e ironía incluidos. Su amor por la música, como habla de las piezas clásicas, como si fueran personas a las que quiere con toda su alma, resulta un alivio para los tormentos interiores producto de tanto reguetón y pachangueo destroza-tímpanos. Me encanta su capacidad para sorprenderse, la claridad con la que habla y como da a entender, haciendo de nuevo referencia a su expresivo y bello rostro, cuando algo le gusta y cuando no. Recuerdo el día que prácticamente le leí la mente, algo que volvió a suceder no hace mucho. Tengo la esperanza de algún día escucharla tocar el violín.
Me levanto para, algún día, encontrarme de nuevo con una de las mejores amigas de Alba, Sara (para mi conocida como "Sara la de Alba"), y persona mas alegre y risueña que he visto en mi vida. La considero el ejemplo perfecto de como en la vida hay que quedarse con la lección que te da esta y seguir adelante. Nunca la vi ofenderse por absolutamente nada. En mi humilde opinión es de esas personas que cuando exploten hay que estar lejos, pero mientras tanto uno puede empaparse en su sonrisa fácil y vital determinación. Espero volver a verla pronto.
Me levanto para tener alguna ocasión de aprender un poco mas sobre las nuevas tendencias del feminismo actual, con el cual no comparto muchos puntos de vista, pero que Sergio hace de lo mas amenos y entretenidos tanto en la terraza como en su canal de youtube (Queer Avengers). Antes se me hacía una persona algo orgullosa y egocéntrica pero con el tiempo descubrí que tiene mucha conversación y siempre le saca una sonrisa a este encantador y risueño querubín que a ustedes, damas y caballeros, se dirige. Le espera un gran futuro como director, o coreógrafo o cualquier cosa que el se proponga, tiene de sobra los medios y el talento para conseguirlo.
Rebeca, con la cual no he hablado mucho, lo admito, me parece no solo una de las grandes bellezas de la terraza, sino también alguien con los pies en la tierra. Creo que su positivismo realista (contradictorio, lo se, pero plausible, créanme) es uno de los mejores ingredientes para darle algo de buen "feeling" a los recreos. Siempre alejada de malas vibraciones y con el baile presente en su vida, puede llegar a resultar toda una inspiración para muchas personas en un futuro seguramente no muy lejano.
Me levanto para escuchar o ser escuchado por Emma en mis divagaciones frikis a la vez que ella narra sus aventuranzas nocturnas del fin de semana anterior, o deleitarme con el agreste pero buen corazón de Eva, cuya defensa sobre mi presencia en clase de historia no tiene que envidiar a los mejores bufetes de abogados, aunque aquí tengo que hacer una acotación: la vez que dijo ese "y seguramente él prodría dar la clase mejor que muchos profesores" fue venirse muy arriba pero créanme que mi yo interior se sonrojó y todo. No se les puede discutir que su empuje y carácter, transparencia y sinceridad a la hora de hacer ver su conformidad o disconformidad con respecto a algo queda perfectamente reflejado en sus palabras, siempre directas, carentes de florituras pedantes como las de quien suscribe en este blogg.
También podemos decir que la presencia de la encantadora Paula es de agradecer. El sentido común y su risa tan sumamente explosiva son muchas veces un bálsamo de energía para comenzar la mañana. He podido escucharla un par de veces tocar el fagot y desde luego aquellos que digan que no tiene talento merece la mas horrenda de todas las muertes así, de buen rollo. Sus pensamientos bien estructurados acerca de lo bueno y lo malo, esa predisposición constante a la risa, su educación, la bella Paula tiene grandes virtudes que no deberían ser despreciadas y que agradezco poder contemplar cuando se presenta en el bien querido Amarante.
Me levanto para ver llegar a la parlanchina Andrea. Su maestría en el arte del maquillaje seguramente la podría llevar por las altas esferas de Hollywood. El bueno de Antonio, su novio, tiene a su lado a una mujer también dotada de buenas virtudes como la sinceridad, algo que cada vez escasea mas. Le deseo lo mejor del mundo en el futuro y se que lo logrará. Tiene una de las mejores fundas de móvil del instituto.
Me levanto para deleitarme con la elegancia de la bella Alejandra, una de las personas que mas ha escuchado las locuras de este arrogante y egocéntrico capullo. Si bien al principio hacía falta un sacacorchos para hacerle hablar, finalmente fue abriendo su cabecita de dorado cabello rubio (el cual me jodió una metáfora en cierta ocasión) para comenzar a brillar con luz propia ante mis ojos y ante los ojos de cualquiera que tenga algo de sentido de la realidad y la fantasía. Su paciencia para con este humilde servidor roza la santidad, Créanme que ver esos preciosos ojos suyos por la mañana es uno de los mejores "buenos días" no verbales que uno pueda experimentar.
Aquí también debemos de hacer una mención especial a Manuel, JJ y Sabrina, cuyo cálido acento de tierras venezolanas de esta última podría derretir en ternura hasta al mas pintado. Por otro lado Manuel se muestra muy comprometido con la defensa de la naturaleza y sus posibles dificultades actuales pronto serán superadas para dar pie a una persona firme y que no se corta a la hora de decir las cosas. Y JJ obviamente es un chaval muy majo, con el que no hablo mucho pero que sin duda tiene buen corazón... su glamour le llevará lejos.
No me levanto por él pero aparece muchas veces durante el día y bueno... tampoco es plan de ignorarle. Kassel, de nombre Dalmacio (que bellas son las tradiciones familiares) es una mezcla de ingenio, indiferencia, decadencia y risotadas casi histéricas a las 10:25 de la mañana. Si bien no destaca por su cultura política y sus bromas a veces me resultan un tanto incómodas, no tiene malas intenciones para con nadie a pesar de los hechos recientes. Todos los grandes hombres tuvieron momentos de luz y de sombra. Espero que Kassel venza pronto a esas sombras que tanto lo atormentan.
Me levanto para hablar con la bella Sara "Suchipuchi" (no se si lo he escrito bien) de temas con los que nadie hablo. Con ella intercambio diversos pareceres sobre el mundo de la música pop, del cual poco se, pero cuyas opiniones de ella me dan una idea de como puede ser ese mundo. aparte de que así no estoy tan desinformado sobre la juvenil modernidad musical que nos rodea en estos tiempos. Sensible, afectuosa, empática y siempre dispuesta a ayudar en la medida de lo posible a las personas que quiere, la tierna y mimosa Sara es un cúmulo de pasión, romanticismo y conversaciones enteras en inglés que me han enseñado mucho.
También es de agradecer la ocasional visita de nuestra querida Eva, con sus rastas, su risa un tanto influenciada por las experiencias con sustancias estupefacientes, Siempre estuvo ahí para escucharme y darle "Me gusta" a muchos de mis estados de Facebook. No, ahora en serio, su disposición siempre a sacrificarse por el bienestar de los demás junto a sus últimos consejos sobre como conquistar a una dama supusieron también una gran motivación, un pequeño empujón para para mantener la fe en la humanidad, y ella quizás es una de las personas mas humanas que conozco.
(La parte que viene ahora, correspondiente a Teresa, ha sido reconsiderada por mi parte en vista que no merece en lo más absoluto un juicio tan escaso de sus virtudes y tan amplio de sus defectos. He causado bastante revuelo y silencios incómodos en mi vida como para generar mas malos momentos. Como ya me han dicho, el daño esta hecho pero siempre se puede prevenir una nueva herida.)
Y obviamente no puede haber luz sin oscuridad, y ante la cálida presencia de Sara tenemos a la fría y teatral Teresa. Las mañanas con ella están llenas canciones que va desde "Anaconda" de Nicki minaj (o como se escriba) hasta temas musicales de los años 40 y 50. Su afán de protagonismo y ansias de destacar, así como la determinacion que desprenden sus bonitos ojos azules, la presentan como una persona educada y refinada, mas también ocultan muchas sombras, con amplios conocimientos en temas diversos de por medio. Con todas sus dotes interpretativas ha seguido mis desvaríos con absoluta naturalida. Es una de las mejores conversadoras con las que me he cruzado y me resultan de lo mas entretenidas y didácticas todas sus explicaciones e interpretaciones de su propio mundo y lo que ve en las demás personas.
Me levanto muchas veces para encontrarme a Jacob, nuestro estimado Jascha Heifetz gallego, una de las pocas personas con las que puedo hablar apasionadamente de política internacional, especial mención a la política española y estadounidense. Su pasión por al música lo va a llevar a los mas grandes escenarios de todo el mundo, con todas las buenas y magníficas orquestas y sinfónicas que por ahí pululan. Sus gracias e ingeniosas interpretaciones no tienen nada que envidiar a todos los años de teatro de la bella Teresa. Su imitación de Bill Clinton es calcada a la de Kevin Spacey.
Luego está Roca. Es majo. Las Ray-ban me quedan mejor a mi que a él pero bueno... se esfuerza. Seguramente le espere un futuro muy prometedor en las apuestas y con todos los millones podrá pagar de forma decente (y sin tantas palizas) a su equipo personal de arquitectos que cada mañana, antes de salir de casa, se encargan de que su tupé esté correctamente asentado sobre su cabecita. ¿Se acuerdan de la mención sobre el reguetón y pachangueo que hice cuando hablaba de la bella Alba? Roca es uno de los principales culpables. Es el perfecto híbrido entre Cristiano Ronaldo y un tipo muy majo al que le tengo bastante aprecio.
Estas son solo unas de las pocas personas que cada mañana me saludan, a las que saludo, estimo y hasta quiero, que me inspiran de una u otra forma. Lamento si me olvido de alguien. Unos tienen mas virtudes que defectos y otros mas defectos que virtudes y los escucho y me escuchan, me sorprenden y deleitan con sus anécdotas del pasado o con sus dulces voces y alguna canción sobre temas varios. Algunos crecen espiritualmente, otros aumentan su cultura, o se quedan donde están. Se quieren y se odian entre ellos, o se desean y lo callan, pero las miradas siempre hablan.
Me levanto por verlos, por escucharlos, abrazarlos, por la ciencia, el arte, las letras, las humanidades, la cultura, el amor, la fascinación, la elegancia, la empatía, la ternura, la energía, la juventud pero sobretodo por disfrutar de su amistad.
martes, 29 de marzo de 2016
viernes, 18 de marzo de 2016
El pintor y el lienzo.
La dama dormía plácidamente entre las sábanas de aquella cama que le pertenecía. Todas esa habitación le pertenecía. Había sido destinada para que pudiera descansar en ella cuando no se encontraba en proceso de ser una obra de arte. Sus sueños la llevaron a los momentos dela noche anterior, en la que había llegado a aquel lugar, después de mucho tiempo desaparecida a los ojos de aquel anfitrión que ahora la acogía de nuevo. Sus sueños se hicieron vívidos y ella llegaba entonces a donde había pertenecido siempre, a donde necesitaba y merecía estar; un lugar lleno de ternura, cariño, sangre y dolor. Y arte.
Había entrado por la puerta para ser recibida por la oscuridad, que apenas permitía, como es obvio, vislumbrar al amo y señor de aquel lugar donde siempre flotaba una atmósfera de opresivo placer o de angustiosa y dulce agonía. Lo primero fue el aroma que llegó a su nariz nada mas abrir las puertas: sangre, angustia, sexo y muerte. Quizás no en ese orden pero realmente se los podía distinguir. Su mente le hizo rememorar por escasos segundos el encuentro entre su anfitrión y la piel de ella, surcada de aquellas cicatrices mas visibles pero al mismo tiempo mas vistosas que las que portaba en su corazón.
Lo segundo que actuó en aquella escena onírica fue el oído. A lo lejos escuchó lo que parecían risotadas. Luego pareció escuchar algún sonido que parecía mas una expresión de placer y deseo que otra cosa. Recordó haber curvado sus labios en una sonrisa ante la fuerza del recuerdo. La lluvia caía a su espalda, dejando atrás la violenta tormenta que había estallado, como precediendo a su llegada. En aquel sueño sin embargo no tenía la ropa húmeda y pegada a su figura. Quizás demasiado tópico para una escena de semejante calibre. Así pues se dejó guiar por los sonidos hasta que descubrió algo en el suelo. Un rayo cayó del cielo y el trueno acompañó con un sonido oscuro la visión de un rastro de gotas de sangre. En el pasado no lo habría hecho pero en aquella ensoñación se agachaba y probaba la sangre tras recogerla en la punta de un dedo. Dulce. Realmente dulce. Quizás una inocente señorita había encontrado un abrupto final. Aunque los sonidos seguían llegando a sus oídos, y por el momento nada parecía estremecerse a través de los sentidos mas allá de las ventanas, sacudidas por la violenta tormenta.
Continuó caminando mientras cuadros y escenas se sucedían a ambos lados de aquel pasillo. Donde quiera que viera no paraba de ver cuerpos desnudos padeciendo todo tipo de sufrimientos. Monstruos consumiendo la carne de gente aun viva, objetos afilados clavados en las tiernas carnes aun calientes de personas "inocentes" que rezumaban maldad en sus miradas. De vez en cuando, el clásico vampiro o un licántropo hacían su aparición para fundirse con todo tipo de seres bellos y llenos de gracia, apresándolas entre sus garras y esparciendo tripas, dolor y muerte por todo el cuadro. En ningún momento perdió el rastro de sangre que le llevó frente a unas puertas de ébano negro con dos letras "A". A su vez, y aprovechando la forma de la letra, como situándose en las puntas se podía ver otras tres letras: una "c" una "d" y una "P". Dentro del triángulo que formaba la "A" había una letra griega, la letra "phi", destellando en un rojo sanguinolento.
La mujer sonrió al ver aquella bella referencia y no pudo evitar dirigir la vista a una de sus muñecas, donde una quemadura en el pasado, un rastro mínimo de la genialidad del artista que ahí vivía, se aposentaba finamente, formando esa bella letra. Antes de abrir la puerta se acercó para comprobar la hechura de aquellas marcas y cuando pasó la mano por el símbolo de phi sintió que esa parte de la puerta estaba notablemente mas caliente. La mujer de nuevo sonrió mientras echaba mano del picaporte, escuchando las risotadas y los sonidos de placer al otro lado. Entró en aquella habitación, la cual no contaba con su presencia desde hace años.
La luz de aquel lugar le permitió ver una estancia enorme pero humildemente decorada. En medio se asentaba un trono flanqueado por telas rojizas, en el cual un hombre se sentaba y sobre este, situada sobre sus piernas, una mujer de bellas formas, cabello largo rubio, ojos azules,cintura de avispa, largas piernas. Al verla entrar, unas cuantas miradas con mas o menos maquillaje se posaron sobre la recién llegada, como si fuera una instrusa. Otras mujeres la miraban con curiosidad y las que mas o las que menos con una cierta chispa de deseo. Abundaban todo tipo de prendas que realzaban los encantos y los colores para llamar ligeramente mas la atención. En ese momento parecía predominar la lencería. La recién llegada observaba solo al señor de aquel lugar, al acompañante junto al cual había creado aquel lugar.
-Dejadnos a solas.- Dijo el hombre en un tono calmado mientras las manos se retiraban del cuerpo de la rubia.
Todas aquellas siervas, o esclavas, o aperitivos se retiraron de la estancia. La dama las miró a todas a los ojos, entre desafiante y tranquila. No se movió un milímetro, ni siquiera ante unos cuantos roces de los mas accidentales y sugerentes de tan bellas anatomías andantes. Cuando se hubo cerrado la puerta el señor se quedó mirando a la única persona que quedaba en la habitación. Se miraron a los ojos largo rato. El hombre miraba a la mujer, el lienzo al artista, el cazador a la cazada y la cazadora al cazado. Entonces la mujer se dio cuenta de un extraño salto en el espacio y el tiempo. Al momento su cuerpo estaba sentado a horcajadas y ambos obtenían del otro lo que buscaban, o anhelaban o quien sabe que;
-Te echaba de menos.-Dijo la voz fría, tierna, sensible, dulce, oscura, dolorosa, sádica del anfitrión mientras sus afiladas garras se clavaban sobre las caderas de aquella mujer, remanso de paz para todas las hirientes ideas de su creador. A su vez unas grandes alas negras y rojas, muy ácratas para lo que la sociedad pensaba de él, cubrían la desnudez de la mujer, que había dejado la ropa atrás hacía tiempo, completamente confiada de su seguridad y bienestar.
-Nunca me fui.-Dijo ella, reprimiendo un gemido de dolor, mientras sentía el aliento y la respiración de su amigo, deseoso y lujurioso iniciador de tan magno proyecto y acompañante en muchas noches, en lo profundo de su espacio que formaban sus protuberantes pechos.
Luego se sucedió el salto mas importante, quizás el mas significativo, en el que la dama, en todo momento desde una primerísima persona vivía toda la acción , para después ver como una hoja plateada, fina, destellando a la luz de una luna recién salida tras las nubes de tormenta, comenzaba a hundirse en la piel de aquel lienzo magnífico a los ojos de su anfitrión.
La mujer abrió los ojos de par en par removiéndose y quedándose quieta al momento tras darse cuenta de que una figura estaba sentaba sobre ella, El "buenos días" fue apenas un susurro que luego se convirtió en un grito de dolor cuando algo se clavó en su espalda. La sangre pronto comenzó a brotar y mientras las viejas sensación y los buenos recuerdos volvían a su mente para grabarse a fuego una vez mas.
-Soñé contigo.-Dijo la mujer a aquel demonio, aquel creador, artista, científico, genio.
-Y yo contigo.-Dijo aquella voz tan llena de matices contenidos en solo tres palabras.-Ibas como con uno de esos trajes de cuero de motorista sexy ajustados. te bajabas la cremallera a tres centímetros de mi cara y luego...-El monstruo se quedó en silencio.
-¿Y lueg...?.-la dama no pudo terminar la pregunta ante el alarido de lacerante dolor que salió de su labios cuando la lanceta detalló una pluma mas sobre su espalda, dejando el consiguiente reguero de sangre, dolor y placer en el cuerpo de su objeto de deseo, de aquel lienzo andante que solo debería ser contemplado por los mejores hombres.y no había mejor hombre que aquel artista del ser humano.
Había entrado por la puerta para ser recibida por la oscuridad, que apenas permitía, como es obvio, vislumbrar al amo y señor de aquel lugar donde siempre flotaba una atmósfera de opresivo placer o de angustiosa y dulce agonía. Lo primero fue el aroma que llegó a su nariz nada mas abrir las puertas: sangre, angustia, sexo y muerte. Quizás no en ese orden pero realmente se los podía distinguir. Su mente le hizo rememorar por escasos segundos el encuentro entre su anfitrión y la piel de ella, surcada de aquellas cicatrices mas visibles pero al mismo tiempo mas vistosas que las que portaba en su corazón.
Lo segundo que actuó en aquella escena onírica fue el oído. A lo lejos escuchó lo que parecían risotadas. Luego pareció escuchar algún sonido que parecía mas una expresión de placer y deseo que otra cosa. Recordó haber curvado sus labios en una sonrisa ante la fuerza del recuerdo. La lluvia caía a su espalda, dejando atrás la violenta tormenta que había estallado, como precediendo a su llegada. En aquel sueño sin embargo no tenía la ropa húmeda y pegada a su figura. Quizás demasiado tópico para una escena de semejante calibre. Así pues se dejó guiar por los sonidos hasta que descubrió algo en el suelo. Un rayo cayó del cielo y el trueno acompañó con un sonido oscuro la visión de un rastro de gotas de sangre. En el pasado no lo habría hecho pero en aquella ensoñación se agachaba y probaba la sangre tras recogerla en la punta de un dedo. Dulce. Realmente dulce. Quizás una inocente señorita había encontrado un abrupto final. Aunque los sonidos seguían llegando a sus oídos, y por el momento nada parecía estremecerse a través de los sentidos mas allá de las ventanas, sacudidas por la violenta tormenta.
Continuó caminando mientras cuadros y escenas se sucedían a ambos lados de aquel pasillo. Donde quiera que viera no paraba de ver cuerpos desnudos padeciendo todo tipo de sufrimientos. Monstruos consumiendo la carne de gente aun viva, objetos afilados clavados en las tiernas carnes aun calientes de personas "inocentes" que rezumaban maldad en sus miradas. De vez en cuando, el clásico vampiro o un licántropo hacían su aparición para fundirse con todo tipo de seres bellos y llenos de gracia, apresándolas entre sus garras y esparciendo tripas, dolor y muerte por todo el cuadro. En ningún momento perdió el rastro de sangre que le llevó frente a unas puertas de ébano negro con dos letras "A". A su vez, y aprovechando la forma de la letra, como situándose en las puntas se podía ver otras tres letras: una "c" una "d" y una "P". Dentro del triángulo que formaba la "A" había una letra griega, la letra "phi", destellando en un rojo sanguinolento.
La mujer sonrió al ver aquella bella referencia y no pudo evitar dirigir la vista a una de sus muñecas, donde una quemadura en el pasado, un rastro mínimo de la genialidad del artista que ahí vivía, se aposentaba finamente, formando esa bella letra. Antes de abrir la puerta se acercó para comprobar la hechura de aquellas marcas y cuando pasó la mano por el símbolo de phi sintió que esa parte de la puerta estaba notablemente mas caliente. La mujer de nuevo sonrió mientras echaba mano del picaporte, escuchando las risotadas y los sonidos de placer al otro lado. Entró en aquella habitación, la cual no contaba con su presencia desde hace años.
La luz de aquel lugar le permitió ver una estancia enorme pero humildemente decorada. En medio se asentaba un trono flanqueado por telas rojizas, en el cual un hombre se sentaba y sobre este, situada sobre sus piernas, una mujer de bellas formas, cabello largo rubio, ojos azules,cintura de avispa, largas piernas. Al verla entrar, unas cuantas miradas con mas o menos maquillaje se posaron sobre la recién llegada, como si fuera una instrusa. Otras mujeres la miraban con curiosidad y las que mas o las que menos con una cierta chispa de deseo. Abundaban todo tipo de prendas que realzaban los encantos y los colores para llamar ligeramente mas la atención. En ese momento parecía predominar la lencería. La recién llegada observaba solo al señor de aquel lugar, al acompañante junto al cual había creado aquel lugar.
-Dejadnos a solas.- Dijo el hombre en un tono calmado mientras las manos se retiraban del cuerpo de la rubia.
Todas aquellas siervas, o esclavas, o aperitivos se retiraron de la estancia. La dama las miró a todas a los ojos, entre desafiante y tranquila. No se movió un milímetro, ni siquiera ante unos cuantos roces de los mas accidentales y sugerentes de tan bellas anatomías andantes. Cuando se hubo cerrado la puerta el señor se quedó mirando a la única persona que quedaba en la habitación. Se miraron a los ojos largo rato. El hombre miraba a la mujer, el lienzo al artista, el cazador a la cazada y la cazadora al cazado. Entonces la mujer se dio cuenta de un extraño salto en el espacio y el tiempo. Al momento su cuerpo estaba sentado a horcajadas y ambos obtenían del otro lo que buscaban, o anhelaban o quien sabe que;
-Te echaba de menos.-Dijo la voz fría, tierna, sensible, dulce, oscura, dolorosa, sádica del anfitrión mientras sus afiladas garras se clavaban sobre las caderas de aquella mujer, remanso de paz para todas las hirientes ideas de su creador. A su vez unas grandes alas negras y rojas, muy ácratas para lo que la sociedad pensaba de él, cubrían la desnudez de la mujer, que había dejado la ropa atrás hacía tiempo, completamente confiada de su seguridad y bienestar.
-Nunca me fui.-Dijo ella, reprimiendo un gemido de dolor, mientras sentía el aliento y la respiración de su amigo, deseoso y lujurioso iniciador de tan magno proyecto y acompañante en muchas noches, en lo profundo de su espacio que formaban sus protuberantes pechos.
Luego se sucedió el salto mas importante, quizás el mas significativo, en el que la dama, en todo momento desde una primerísima persona vivía toda la acción , para después ver como una hoja plateada, fina, destellando a la luz de una luna recién salida tras las nubes de tormenta, comenzaba a hundirse en la piel de aquel lienzo magnífico a los ojos de su anfitrión.
La mujer abrió los ojos de par en par removiéndose y quedándose quieta al momento tras darse cuenta de que una figura estaba sentaba sobre ella, El "buenos días" fue apenas un susurro que luego se convirtió en un grito de dolor cuando algo se clavó en su espalda. La sangre pronto comenzó a brotar y mientras las viejas sensación y los buenos recuerdos volvían a su mente para grabarse a fuego una vez mas.
-Soñé contigo.-Dijo la mujer a aquel demonio, aquel creador, artista, científico, genio.
-Y yo contigo.-Dijo aquella voz tan llena de matices contenidos en solo tres palabras.-Ibas como con uno de esos trajes de cuero de motorista sexy ajustados. te bajabas la cremallera a tres centímetros de mi cara y luego...-El monstruo se quedó en silencio.
-¿Y lueg...?.-la dama no pudo terminar la pregunta ante el alarido de lacerante dolor que salió de su labios cuando la lanceta detalló una pluma mas sobre su espalda, dejando el consiguiente reguero de sangre, dolor y placer en el cuerpo de su objeto de deseo, de aquel lienzo andante que solo debería ser contemplado por los mejores hombres.y no había mejor hombre que aquel artista del ser humano.
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