Lejos del amparo de un mundo habitado por colores y criaturas de cuento, una chica yacía postrada en un hospital. Su cuerpo maltrecho fue víctima de un atropello con fuga en una ajetreada calle de una anónima ciudad. La colisión contra su cuerpo destrozaron varios huesos y el dolor era bastante elevado hasta que empezaron a funcionar los tranquilizantes y sedantes. Moratones y contusiones de todos tipo de gravedad se extendían por su cuerpo de una forma preocupante y parecía aferrada a la vida. Las constantes estaban estabilizadas pero su estado era delicado. Aun así pudo hablar y abrir los ojos para ver que se encontraba rodeada de muchos amigos. Una pequeña conversación se llevó a cabo. Empezó uno:
-Seguro que lo encuentra la policía, lo arrestarán y lo meterán en la cárcel- tal razonamiento no obtuvo mas que una risotada por parte de la accidentada, lo que supuso la cara de desconcierto de la chica que miraba a su amigo con la misma cara con la que e mira a un niño que razona de la forma mas inocente del mundo. De todas formas, ignorando esa curiosa reacción preguntó de nuevo el amigo- hay algún dato que puedas dar, la matricula, el color del coche? Quizás lo viste de refilón.- De nuevo una risotada- Que te hace tanta gracia?- dijo este buen hombre algo enfadado por así decirlo.
-No pasa nada...-Desconocían todos que de las personas presentes se debía de sumar a una mas, que no era vista mas que por los ojos de la accidentada, tomando su mano suavemente y mirando a los presentes con un abierto sentimiento de rechazo social que no cabía en el mas extenso de los borradores psiquiátricos.- Tengo fe en los cuerpos de seguridad nacionales y locales pero seguramente ese hombre ya esté en pocos minutos recibiendo un castigo... -se detuvo la accidentada como si escuchara algo.-estad atentos a todo aquel que entre por la puerta, pues seguramente sea mi agresor automovilístico. -Ante la mirada de desconcierto de sus amigos la mujer les sonrió como para que confiaran en ella y ahí quedó todo.
El ser que resultaba invisible excepto de los ojos de la accidentada seguía mirando al que resultaba ser pareja de la mujer agredida. Sus ojos iban de ella a él con expresión de abierta antipatía, sin embargo su mirada se dulcificaba cuando posaba los ojos en ella, tan bella y llena de buenos sentimientos. Unas alas negras se hicieron notar y un resoplido logró captar al fin la atención de la dama , que despidió a su pareja y a sus amigos bajo el pretexto de que quería descansar un rato. La chica tornó sus ojos negros hacia el ser alado que le miraba con una especie de mezcla de preocupación y a la vez de celos e ira. La mano que tenía agarrada el ser se cerró un poco mas y lentamente ella cerró los ojos un instante para volverlos a abrir. Los tranquilizantes.
-Celoso? - preguntó a secas pero con una dulce y cálida sonrisa a ese ser lleno de oscuridad y deseos de venganza.- Fue un accidente.
-Quieres que te cuente la historia de cierto mercader que perdió los dedos de la mano por empujar a una dama? -decía con todo muy antipático, algo que a ella no le asustó ni enfadó, sabía que estaba celoso, realmente celoso.-Ese bastardo ha tocado algo que no se debe tocar, o al menos no con el fin con el que debían de tocarlo. eso que te han tocado es mío, lo extraigo de ti cuando se da la ocasión y me pertenece.-A medida que hablaba el tono de voz aumentaba mas no se mantenía mas que un silencio tranquilo en esa habitación ante oídos que no fueran los de ella. Las luces y aparatos parpadearon un instante.
-Tranquilízate querido... tus celos no tienen justificación. -Dijo en tono tranquilo. Era la única forma de domar su ira, de domar ese genio que sencillamente estaba a punto de partir por la ventana a cobrarse venganza por el agravio sufrido a su persona y aun mas importante, a su amiga del alma.-Como ya dijo mi amigo seguramente la policía lo encuentre y lo arresten...-Pero fue interrumpida por una risotada del demonio.
-Ya sabes lo que va a pasar querida, y va a ser mas divertido y justo.
Dos bonitos ojos se cerraron un instante y cuando se abrieron el ser alado ya no estaba. Una pequeña sonrisa se escapo de los labios de ella pensando en la historia de un mercader que empujó a una chica y se encontró al día siguiente son los dedos de una mano. Le conocía, sabía de su posesividad basada en el respeto, el terreno que se le daba lo defendía hasta la muerte y si era algo intangible mas aun. Los amigos volvieron de nuevo tras unas horas de siesta y de comer mal. Los médicos decían que estaba bien, que avanzaba favorablemente y nadie sabía que era por causa de la presencia, en parte, de uno de sus guardianes mas fieles, que de vez en cuando presionaba un moratón o una rotura de forma sutil solo por el disfrute de su oscuro interior.
Él la quería mucho pero no podía evitar el buscar la forma de que su comodidad se viera a veces truncada con pequeños gestos sobre su cuerpo que causaban un dolor bastante notable. A veces ella, en medio de mas compañía se quedaba mirándole interrogante pero el no soltaba prenda de lo que estaba haciendo cuando desaparecía, alegaba sencillamente falta de ideas. Se dedicaba esta criatura de otro mundo a mirar a todos aquellos que visitaban a su amiga, que le cuidaban y demás. Siempre se llenaban malas miradas y alguna sorpresa desagradable como pesadillas cuando dormían en la misma habitación, haciendo guardia. Con ella era todo diferente, no había celos ni nada, sencillamente le susurraba bellas palabras para que sus sueños fueran reparadores, aunque a veces se animaba a incluir alguna escena de tortura en su mente. Sin embargo gustaba sobremanera de respetarle el sueño a ella, de ser su protector mientras le dejaba dormir tranquilamente, apreciando de forma obvia como se curaban sus heridas. Pero no olvidaba esa afrenta.
Entonces llegó el día en que aun en el hospital, al guardíán vengador se le encendió la idea y partió en busca del maldito bastardo. Las noticias estuvieron hablando durante días sobre un hombre que apareció sin brazos y piernas, con 8 costillas rotas y una a punto de atravesar el pulmón. Su mirada desencajada salía en todas las planas de los periódicos, esa mirada perdida en locuras a miles que no cesaban de repetir una única palabra. El loco amputado como le llamaron a partir de ahora sufría de dolores en todas partes de su torso, y cabeza repitiendo constantemente la palabra ´´perdón´´,Mirando a veces un punto fijo, como si hubiera alguien mas devolviéndole la mirada. En la cara del ser alado había satisfacción.
La dama por otro lado parecía sorprendida pero no dijo mucho ya que de todas formas todo estaba hecho. Las miradas de ´´te has pasado un poco´´ eran continuas pero el fiel acompañante nocturno dejaba entrever que tenía ganas de mas y de mas para que el maldito bastardo no tocara lo que era suyo.
El dolor físico de ella.
Estoy segura que ese ser oscuro nunca deberia estar celoso pues el dolor físico de la dama es suyo dentro de los limites de la posesividad que ella consiente, por otra parte me pregunto... que le pasa por la mente al ver a la pareja de dicha dama?
ResponderEliminarMuy buen relato
Una pequeña sonrisa se me ha puesto con esa pregunta. Digamos que el ser alado es un ser con signo de tierra y los signos de tierra son cabezones y tardan mucho en cambiar la opinión de una persona. Las invasiones de la intimidad no va con ellos, y seguramente te andes preguntando ´´¿aun anda el ser alado y abyecto cabreado por aquello?´´ pues sí.
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