domingo, 27 de mayo de 2012

Carta a la Musa III

Querida Musa:


Los días pasan sin que nada detenga este bello barco fantasma del que todos hablan pero que nadie conoce en profundidad. El rumbo de esa embarcación es ciertamente todo un misterio. Pero el rumbo de eso es algo que no quería mencionar en esta carta, Sino una escena que quiero contarte sin pelos ni señales. Que me despierta desde hace unos cuantos días empapado en sudor y pensamientos enloquecedores, obsesiones íntimas que no se como reprimir pero tampoco liberar pues el camino fácil no es posible cuando se trata de ti. Y es mas prefiero conservar cada pensamiento brillante e impoluto cuando tus ojos, tus labios, tu sonrisa, tus palabras llegan desde mi día en sombras hasta mi presente y lo convierten en una bella experiencia. No hay complejo que yo pueda exhibir u ocultar ante ti. Expreso filias y fobias por igual. ante tu persona sabedor de que cada íntima confesión, cada pequeño dato sobre mi persona no va a salir de esos preciosos labios que tanto anhelo ver moverse a veces cuando hablas. Los testigos de aquellos bellos momentos son únicamente los correspondientes lechos o bien las paredes, los techos y las grandes muestras de cariño en forma de valioso regalo con el que te obsequio cada vez que puedo. Y por ello, por el sencillo hecho de escucharme te narraré alguno de mis pensamientos en esta carta, aspectos que quizás te hagan alarmar un poco o a lo mejor no.


Tu presencia me calma los nervios y provoca en mi sensaciones de seguridad y de bienestar muy acentuadas. Son bellos esos momentos en los que cada segundo cuenta para mi como un tesoro. Cada palabra que dices trato de memorizarla en lo mas profundo de mi alma,de mi corazón para poder conocer el fascinante mundo que despliegas ante mis ojos. Un mundo grande y bello, lleno de matices y sobretodo verdadero de cabo a rabo. Un mundo en el que quiero dejar una agradable huella que sea siempre recordada con una sonrisa en caso de que algún día nuestros caminos se separen. Algo que la verdad no me gustaría que sucediera. Eres todo un mundo con el que asombrarse en la manera en que las aguas fluyen, los vientos hacen volar mi imaginación y tu presencia me tranquiliza y me tensa a tiempos iguales. Cuando eres tu la que me habla siento que todo pierde importancia, que lo bueno puede mejorar y que lo malo no existe, que hay paz ahí fuera, que todo estará tranquilo y que no hay tormenta que me tumbe. Eres fuerza y resistencia ante los malos elementos de la vida, una cadente canción en movimiento, un baile inacabado que invita a finalizar para volver a bailar otra nueva pieza que tenga el ritmo de un corazón.


Tu sonrisa me ilumina el peor de los días y lo hace parecer una liviana carga que llevar incluso entre mis plumas, entre aquellas alas que tanto desean protegerte de todo el mal que te acecha. A ti te quiero dar una buena protección de todo lo que te asuste y te de miedo, que te sientas segura entre mis brazos sin temores ni preocupaciones. Pretendo que en mi deposites toda la confianza que te sea posible, que sepas en tu interior que entre mis pálidos brazos puede encontrar un lugar seguro y cálido lleno de una fuerza que se alimenta de tu presencia y nada mas que de tus alegrías y de tus risas tan escandalosas y bellas. Entre mis brazos quiero contemplarte y poder deleitar mi vista con cada pequeño trazo que compone ese bello rostro el cual adoro de besar por las noches cuando duermes en mis sueños o quizás cuando alguna imagen de lo mas poética viene a mi mente y una sonrisa se posa en mi rostro. Porque me haces sonreír y me gusta hacerte sonreír cuando ese rostro se encuentra entristecido. Deseo que estés entre mis brazos como tu recuerdo está entre mis latidos de humilde y a un tiempo arrogante corazón. Cuando el camino te sea oscuro y las tinieblas te tiñan el alma piensa que cuando aparezcas el refugio de mis brazos estará mas que dispuesto a cubrirte con ternura y calor. Nunca temas a la oscuridad y jamás te sientas desprotegida, ahí mis brazos estarán para darte calor. 


Mi corazón late vivo con una bella banda de color que incluye el rojo de la sangre entre otros bellos tonos. Sus latidos serán la mas reiterativa melodía que pueda escuchar tu oído cuando reposando sobre mi pecho nos cubra la luna con su blanquecino manto, embelleciendo a tu persona mas de lo que ya es. Cuando tu oído sienta los latidos de mi corazón piensa que es una nota dedicada a tu tranquilidad de una rápida orquesta con ritmo no muy constante que varia en función de lo cerca que tu estés. En este corazón corre una sangre que daría en su última gota por ti, hasta que la muerte me sobrevenga si con ello logro una sonrisa eterna. Escucha siempre que puedas y quieras mi corazón querida Musa, él te puede hablar de experiencias del pasado con retumbantes ecos llenos de emociones que siempre voy a plagar de alguna pequeña rima con la que endulzar tan amarga existencia que he tenido y con la que alegrar aun mas esos momentos en los que estoy contigo. Y en ese momento, cuando tus ojos estén cerrados, mis dedos acariciarán tu cabello lentamente y te brindarán la mayor tranquilidad jamás imaginada. Con esas caricias quiero ser la posada de tus sueños, el descanso de tu mente, el reposo de tu alma. Descansa sobre mi pecho querida Musa, descansa y brinda a Morfeo tu presencia en su mundo por unas horas. Descansa entre mis brazos como ahora mismo lo haces. 


Escribo esto mientras duermes y te contemplo en paz y en silencio. Ahora mismo te estoy adorando con la mirada mas tierna que se pueda posar sobre alguien que no es humano. Porque vas mas allá de lo humanamente posible e imaginado por la propia evolución del mundo. Si te vieras con mis ojos verías a un ser único dotado de muchas virtudes que siempre me fascinaron, que habla y me atrapa, me mira y me hipnotiza, se sonroja y me enternece, llenando de ansias de protección mi determinación mas profunda. Eres capaz de provocar en mi la mas notoria sensación de bienestar y todos los pobres y ricos, buenos y malos, mujeres y hombres, saben que he hablado contigo gracias a mi sonrisa que resucita con mi presencia. Carezco de muchas cosas en este mundo pero las pocas que tengo en mi interior y que merecen llamarse a si mismas ´´buenas´´ no son gracias a la sociedad sino a ti, porque me impulsas a mejorar cada, como bien lo demuestran las Mïlmes que creo para ti en cada encuentro, en cada rosa que crece de una idea, de un elemento quizás, de una palabra o de algún gesto. Tengo la fuerza en toda su gloria cuando estás cerca de mi. No voy a pedirte que nunca te alejes, nunca podría pedirte algo así, pero si que quiero que tengas claro que tu presencia es importante para mi, inestimable y plagada de grandes cosas que no se pueden describir con palabras. Estás preciosa ahora mismo, acostada en mi pecho y seguramente escuchando los latidos de este corazón que trata de contener malamente a mis labios para no susurrarte mil deseos, palabras y poemas. 


Tu cabello es muy bonito y sedoso, un bello tejido con el que se hacen los sueños. Me encanta como se refleja la luna en su brillo y en tu rostro. Hoy entra especialmente luminosa aquella a la que le has arrebatado el puesto junto a la brisa. Adoro verlo caer como una cascada sobre parte de mi torso y acariciarlo lentamente, concentrando todo mi pensamiento, toda la totalidad de mi concepto de frío o calor en ese suave y delicado manto que me abriga por las noches. Espero no despertarte algún día acariciando tu cabello, interrumpir tu sueño porque ello me supondría una falta grave. Y no puedo dejar de hacerlo porque es tan suave y bonito. Como tu rostro delicado y con esa preciosa piel que recubre toda tu bella alma, la cual algún día me gustaría sostener entre mis alas, con plumas de ternura, sinceridad y muchas otras sensaciones mas. No parecen molestarte mis caricias y es algo que agradezco, poder dedicar mis horas despierto a estar contigo dormida encima de mi, deleitarme con la suavidad de tu piel y el brillo de las estrellas que te guiñan el ojo enviando sus mejores deseos para que tus sueños sean placenteros. Me maravilla las noches a tu lado, el poder descubrir algún nuevo detalle de ti o a lo mejor sencillamente estar en tu presencia y tu en la mía, recubrir tu tentador cuerpo con mis alas y sentir aquellas formas demasiado apetecibles contra los mantos que te protegen del frío. 


Hoy la noche es cálida. Estamos bien protegidos por las cristaleras que están medio abiertas y dejan salir y entrar la luz con total libertad. Te acaricia de caer un pétalo azul de la cristalera superior al cabello. Me encanta retirarlos, porque después con ellos puedo hacer aquellas flores que tanto gustan de ser parte de mi repertorio d obsequios únicos e irrepetibles. Y como ya dije, la luna entra en la habitación, golpeando con sus rayos de forma sutil unas cuantas campanillas diseminadas por aquí y por allá. El sonido es relajante hasta el punto de que yo también me estoy quedando dormido. Dormir contigo. Que gran honor. Para mi cada noche es una victoria contra el sueño que recibe como compensación haberte escuchado respirar calmadamente entre mis brazos mientras tu maravillosa mente viajaba por muchos lugares, quizás feos o lindos, eso ya me lo dirás tu cuando despiertes. Siento una especie de orgullo por mi mismo al poder ser de los pocos afortunados que te ven dormir, que sienten la respiración contra la propia piel, colándose por los poros y llegando a mi alma. 


Parafraseando a un maestro me despido. 


Al dormir, un sueño y una flor, un abrazo, un te quiero y un ´´Dulces sueños querida Musa...´´


Atte: Tu caballero alado, al cual encontrarás dormido cuando tu despiertes con una sonrisa en los labios. 


Y aquel caballero dejó a la vista de su acompañante, cuando esta despertara, un bello detalle. Una rosa azul descansaba muy cerca de ellos, hecha con los pétalos que caían mágicamente desde aquel extraña y maravillosa cristalera. 



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