aviso para el aventurero

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Dios ampare en toda su gloria a quien encuentre esta carta en las manos de un pobre soldado que ha sido sorprendido por la nevada del siglo y se encuentra hostigado por los enemigos y también por sus propios demonios. la soledad atenaza una parte grande de mi corazón y no paro de ver las caras mas que desmoralizadas de mis hombres, que me piden suplicantes si bien una muerte digna o quizás que su sueña en la noche sea eterno y para siempre. Constantemente se oyen los sollozos de mis hombres clamando a alguna madre o quizás a alguna diosa o virgen que les saque la vida de una condenada vez o manden un fénix a rescatarnos. Los meses han pasado y creo que ya no distingo los sueños de la realidad. Sin venir a cuento llega la depresión entre mis filas, algo de lo mas normal pero de pronto miles de sensaciones de todo tipo nos rodean: desde la excitación mas enloquecedora hasta la sed mas desesperante no solo de agua sino de sangre y muerte. las peleas son frecuentes y los galones cada día pierden mas valor. Nadie respeta ya a nadie, como pasaba en el lugar de donde venimos todos nosotros, el Batallón de los Perdidos. Las almas a mi cargo cada día desaparecen un poco mas, van perdiendo trozos de su mismo ya sea en amputaciones o en desesperación. No deseo a nadie este destino que estamos sufriendo simplemente quiero que los buenos y bellos deseos colmen tu vida aventurero, pues se que eso eres, un aventurero, porque nadie mas podría llegar hasta donde nosotros, ni siquiera unos imposibles refuerzos. me hace agonizar mas y mas saber que quizás ella nunca reciba esta cara, que las lagrimas que derrame por mi sean eternas, no quiero que ella llore, que marchite su rostro por la tristeza sino por la felicidad que le proporcione la vida. Que le diga a nuestros hijos que su padre fue un héroe que murió por los fallos de un gobierno infame, corrupto y simplemente imposible de sobrellevar. Con dos suspiros quizás apague mi vida para siempre. Ya todo es muerte a mi alrededor y nada puede ya permanecer, solamente te deseo a ti, que has encontrado esta carta que el camino que nosotros iniciamos, tu lo acabes finalizando con éxito. Yo a pesar de no ser general, ni tener un gran poder, siendo un simple capitán de infantería, que apenas sabe contar hasta 100 sin emplear la mente con grandes esfuerzos, a ti me encomiendo para ayudarte con lo único que e quedará cuando encuentres esta carta... mi alma. 

Atte: capitán de brigada Gustav ´´lobo negro´´ Clark