Con el sigiloso y a la vez notorio corretear, el ratón se movía con la agilidad propia de todos roedor de campo que podía darse el gusto de saber donde hallar el buen alimento que lo tenía en tan magnífica forma. Sus bigotes, tan sensibles a los cambios de la temperatura y los olores le daban un informa preciso de donde hallar todo aquello que necesitara y evitar a todo aquello que le buscara. Sonriendo levemente fue en busca de esos frutos secos que le daban unas cuantas calorías para las malas épocas de invierno. Sus movimientos rápidos y nerviosos le proporcionaron una llegada al punto de encuentro deseado entre la comida y sus instintos de alimentación. Se dedicó a excavar y excavar en la tierra hasta dar con el paradero de unas cuantas raíces y frutos que le serían de bien sustento y de cuyo paradero nadie mas conocía. hasta que la voz lo sobresaltó
-Que bonita colección de cosas extrañas tienes ahí, ¿para que sirve? ¿por que haces eso? - Una voz tranquila le dijo a sus espaldas y fue tal la sorpresa del ratón que casi se da con el tope de su escondite. Se quedó el pequeño roedor mirando al pájaro mas extraño que vio en su vida. lo mas llamativo era que solo tenía plumas en las alas, el resto del cuerpo era como otro mas de esos cuerpos humanos extraños. Nunca había visto tal mezcolanza y por tanto la desconfianza aumentó pero con una voz de lo mas infantil para todo aquel que halla oído alguna vez la voz de un ratón hablando en humano le dijo al ser extraño:
-Que pregunta tan tonta, está claro que para poder resistir el frío que se acerca ¿es que no lo sientes en el cuerpo? -preguntó con cierto deje de miedo no por sentimiento sino por culpa de su voz que no le permitía dar a entender tranquilidad ni nada de eso.-Que eres? -se atevio a preguntar incluso en acto de inesperada pero mas que habitual valentía.
Y el extraño ser negó con la cabeza un instante y se dedicó a centrar la mirada en una especie de infinito cuyo punto medio eran las raíces y los frutos que el ratón había recolectado. No era precisamente el colmo de la conversación pero su repuesta le dio a entender alguna pista al ratón.
-No siento frío, ni hambre, ni sed, nada siento ya en este mundo asolado por tanta maldad-Un suspiro salió de los labios del ser extraño de alas blancas. nadie comprendía como él no era capaz de sentir nada y seguir vivo- me han sometido a mil pruebas amigos y enemigos y aquí estoy, con mil problemas pero con mas y mas ganas de conocerte a ti y todos los que son como tu.
E ratón no supo que decir y se acerca un poco a una de sus alas. el pobre ser de apenada mirada no se atrevió a moverse pues no esperaba que el ratón le llegara a hacer nada en lo mas absoluto pero se dedicó a observar lo que el ratón tenia en su guarida secreta y tomó una de las raíces y se la comió sin mayores preámbulos, lo que suscito la alarma en el ratón
-¿que haces? - chilló alarmado el roedor y se dedicó a ponerse en lo que parecía una postura de defensa lo cual incluso al extraño pájaro hizo sonreír- no te rías de mi puedo vencerte aunque sea muy pequeño.- Esperó su respuesta a la espera de cualquier ataque
El ángel se puso en pie y contempló en su interior la sonrisa de la madre Gaia. Desplegó las alas lo que hizo entender a ratón y este ángel partió a su siguiente destino en busca de la aventura que no le daría tantas alegrías seguramente.
El ratón, estupefacto, fue a contarle a su ratona lo sucedido.
Que bonita historia ^^ me gusta mucho querido, tienes una habilidad bonita para esto
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