-Madre, oh madre, no se si vaya a morir en estos momentos. He hecho lo que me pediste, pero no sabía que sería una empresa tan arriesgada, me siento totalmente destruido. Fui a por el amor como me ordenaste, creí encontrarlo pero ella...- un momento de silencio para que el hijo de Gaia vomitara algo de sangre sobre las ramas de su propia madre. Por primera vez la creadora de vida sintió ira y todas las criaturas menos el ser humano sintieron miedo, un miedo constrictor del alma y la voluntad. El hijo de la Diosa madre continuó ante esas preguntas que no necesitan palabras para decirse.- Fue todo un engaño, no se porque pero siento que no ha servido de nada todo esto. Si los humanos enamorados sufren así entonces es que no los entiendo. Dios madre ha sido tan doloroso. Ella se fue. Se fue a los brazos de otro y no supe mas, nunca mas habló para mí, ni me dedicó sus sonrisas. No puedo creer que ella se fuera... que se fuera así cuando yo estaba esperándola para amarla. Nunca he pecado, de ello lo juro, solamente amado. No quiero que nadie mas sufra como yo lo he hecho, quiero salvar a la raza humana que también hace cosas buenas pero nunca los voy a comprender. Tanto dolor...- De nuevo una interrupción para una tos sanguinolenta mientras una mano pálida apartaba la sangre que le salia del pecho- Me enamoré y ella se fué.-Ante esto todo animal que se preciara rugió y se exalto ante una ira ancestral que se estaba reconcentrando desde hacía eones por las malas acciones de todos aquellos que la atacaban a ella y a sus creaciones. los ríos empezaron a subir su nivel de agua y los mares empezaron a reolverse-pero...
Un silencio se hizo de nuevo en el planeta. En el lugar en el que se encontraban la madre y el hijo se produjo un acercamiento de los animales. Todos los que habitaban ese bosque se acercaron mientras los halcones y todas las criaturas voladoras menos el ángel patrullaban a la zaga de cualquier intruso no invitado a esa conversación. Lejos de ahí una manada de lobos se acercaba a un pueblo y los animales de un zoo se ponían cada vez mas nerviosos mientras halcones, águilas, serpientes, empezaban a recorrer el planeta en busca de una venganza.
-...no quiero que le pase nada a ella ni a nadie...- Un silencio, un parón del tiempo que sencillamente no podía ser comprendido por ningún humano ni por ningún ser racional. El ángel estaba pensando que decir, ya que ese silencio no podía ser bueno para el destino del mundo así que continuó.-Madre quiero contarte que me han hablado de algo, no de alguien sino de algo que es poderoso. Una persona me habló de él antes de encontrarla a ella. lo desestimé, ya que parecía tan o mas poderoso que tu y yo juntos. Pero quiero que sepas que su nombre es Karma. Nada le puede detener a la hora de castigar las malas acciones. Solamente pueden detenerlo aquellos que hacen cosas buenas, y lo detienen no por propia voluntad sino porque al ser buenas personas el Karma les recompensa de una forma u otra. No tiene hijos el Karma por lo cual no se le puede chantajear de ninguna forma ya que tampoco tiene ambiciones solamente actua de forma justa en todo momento.-Los animales estaban atentos a cualquier señal u orden de su verdadera madre. -Solamente quiero que las cosas pasen como tengan que pasar...además...-Con un esfuerzo y casi un rugido de dolor., voluntad y fuerza, el ángel se depositó a si mismo en tierra y con un esfuerzo sobrehumano se puso en pié, imponente con toda la sangre cayendo por la herida de un pecho que poco a poco se iba cerrando.-El tiempo lo cura todo.-Y sonriendo un poco se desvaneció y fue arropado en hojas de sauce y bambú para que descansara. hasta estar recuperado.
Lejos de ahí un macho alfa susurraba en el idioma de las bestias.
-Que suerte habéis tenido miserables humanos...que suerte habéis tenido.
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