miércoles, 27 de julio de 2011

Ella

El rocío en los labios de ella era seña de su quietud en medio de aquel sueño que le hacía mostrar una faz de lo mas plácida y reposada en ese marco natural que era la pradera. Una pequeña sonrisa se curvaba de vez en cuando en sus finos labios que eran llamada de amor para cualquier hombre que tan desprotegidos los viera. Las perfectas pestañas estaban en bajada total, ocultando esos ojos que se adivinan mas que perfectos cuando se muestran al mundo. En sus mejillas un leve rubor que le da el toque de inocencia justo para aumentar aun mas su perfección, acentuada en su blanca piel que contrasta vivamente con un cabello negro como la noche que es liso y suave como la seda, sin duda material idóneo para tejer un vestido que ni las mas altas corte se podrían pagar. La nariz es una pequeña obra de ingeniería divina pues no da mas que belleza y armonía a esas facciones totalmente faltas de la brutalidad de los hombres o sencillamente de los seres humanos. Y aunque ella es humana también es algo mas que no pude ser entendido por ninguna persona en el mundo que hoy existe. 


Su cuello delgado, perfecto para ser rodeando con una gargantilla de bellas joyas, no necesita de estas pues en sí toda ella es la joya mas bella que se halla labrado. Delicadamente en un lateral de su cuello se puede apreciar una pequeña palpitación constante, motivo de mas de una fiesta pues ello implica que la sangre circula, que está viva, que es algo tan maravilloso como el respirar para aquellos que son ahogados en el agua y salen a flote. Este delicado cuello está cubierto de una aun mas delicada piel que quita el aliento de solo imaginarse unos labios dignos de rozarlo. Un invisible río que conecta con el centro de su cuero podría ser perfectamente delineado por unos labios que sean merecedores de catar la esencia y aroma de toda su figura, de su divina y perfecta figura. Con dificultad se aprecian tendones o músculos y ellos da mas viveza y mas motivo de gozo al escultor que ha mandado a ese monumento a la belleza a los pobres mortales que la quieren corromper non sus sucias manos. 


Mas abajo encontrado unos delicados senos tapados por vestido de delicada factura que deja sin aliento a todo aquel que quiera explorar los incontables secretos que alberga la piel que bajo este subyace. Sus perfectos senos estaba subiendo y bajando, calmadamente, segunda señal de que ella, viva por completo está en total reposo de ideas y de acciones,y aun así desprende ese toque de cielo, de paraíso y edén que no será contemplado nunca mas por culpa de aquella serpiente. Bajo sus delicados senos está un vientre que es plano y también se mueve ligeramente acompasándose al movimiento de los pulmones, que suben y bajan ese bien hallado esternón. A la altura de este plano y marmóreo vientre estaban las manos, cruzadas sobre este. Delicados pinceles que podrían ser e,l delirio de pinturas imaginadas en las pieles de los viles hombres que las quieren para sus impías acciones, que provocarían la furia de mas de una criatura que ha sido destinada para su protección. 


Los brazos de ella presentan un aspecto sencillamente perfecto en cuando a proporción con el resto del cuerpo se refiere. Y contemplándose los brazos uno o sabe que pensar hasta que ve las manos de la dama durmiente, sencillos pinceles provistos de cinco dedos con uñas que sencillamente son la representación misma del inmaculado cuidado de las manos, al igual que el resto del cuerpo, que desprende una esencia que atrapa y a la vez espanta, porque ese olor, ese perfume no puede ser de un cielo ni de un infierno, pero tampoco de una fabricante de perfumes. Es común casi alargar la mano para alcanzar a tener entre los dedos un poco de esa esencia que sin previo aviso se cuela por la nariz y llega directamente al alma, envolviéndola en la paz y el sentimiento de amor mas absoluto. Sentir que se arremolina lentamente, espantando todos los miedos que el afortunado de sus caricias pudiera tener. 


En el recorrido de su cuerpo se encuentran las caderas y al cintura, perfectamente alineadas, sin ningún error humano de simetría, capaces de hacer lentos o rápidos movimientos en el baile o en el amor que harían enloquecer al mismo diablo de solamente ver el lento contoneo de sus caderas en medio de un baile cualquiera o deslizando su figura en un amago de provocación infundada que se le antojara dará cualquier cuerpo poco a costumbrado a esos lentos roces que podrían trasladar la cordura muy lejos de la mente. 


Finalmente sus piernas, columnas de algún templo dedicado a la diosa del amor o del baile. Estilizadas y contorneadas, con unos muslos bien asentados y nada excedidos en grasas y demás taras físicas. Se ven a simple vista la velocidad, la habilidad en el baile, la formación que este les ha dado a cada una de esas dos piernas que sostienen tal divino cuerpo. En el ligar donde todo el cuerpo reposa, las piernas estiradas muestran gran fortaleza pero no pierden ápice de feminidad, son delicadas pero también irradian un gran poder y mucha experiencia a la hora de moverlas para hacer lentos o rápidos bailes de todos los estilos conocidos por el hombre. 


Antes de cualquier final en la descripción ella suspira en sueños, motivo suficiente para que tierra, infierno y cielo se remuevan por poseer ese suspiro que que no es mas que otra joya cedida de su eterna perfección que que sostengo con delicadeza entre mis labios antes de devolvérselo en la forma de un beso que da una enamorado a su amada bella durmiente. 



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