La feria medieval

Ayer estuve en la feria medieval de mi ciudad y lo cierto es que viví una experiencia única como no se hacen a la idea. Lo narraré detalladamente para que compartan conmigo la emoción que supuso lo vivido. Aquello era todo un vaivén constante de personas de todos los colores y vestiduras que se hacinaban para ver alguna cosa que otra de toda esa exhibición medieval.

Yo me encontraba acompañado por mi madre que también necesitaba un poco de aire libre aunque ese día con el calor y el hacinamiento como que de aire libre poco íbamos a encontrar. Bueno la cosa es que íbamos los dos cuando de pronto me encuentro con la primera dama de buen ver de toda la feria pero esta no era la protagonista de la historia aunque yo por mi encantado de hacerlas protagonistas a todas. Lo cierto es que no recuerdo como iba vestida pero me supongo que de forma muy elegante. Tienen que ver lo que supone ir por la parte vieja de mi ciudad con sus calles tan estrechas y tanta carne a tiro y no me refiero precisamente a la de los puestos de morcilla y chorizo de jabalí. Mi cabeza parecía el telescopio de un submarino de la clase Los Ángeles (de victoria´s secret). La cosa es que yendo de camino al puesto de las espadas una boda nos pilló por el camino y la cosa se estrechaba mas. Nosotros pensando que los novios podrían haberse casado en otra ocasión porque andaban todo mas apretujados de lo que ya estaban, pero claro eso era la gloria cuando no tenía que pasar entre dos fornidos caballeros de buenas panza y generosa calvicie o cosas similares. Para lo demás yo estaba de lo mas contento entre el calor, las minifaldas los escotes, los shorts y esas cosas de tan poca distracción.

Después de pasar esa boda y encontrarnos con un segundo puesto de espadas en una callejuela como siempre bien estrecha, me encuentro con el amigo Jairo, un gran amigo de la escuela que me ha servido de gran distracción en los tediosos recorridos a mi antiguo colegio. Tras el intercambio de saludos, bromas y teléfonos móviles, nuestros caminos se separan y me marcho contento sabedor de que pasé a ser un hobbit en comparación con su estatura. Y el camino seguía hasta darnos cuenta de que habíamos dado toda una vuelta y volvíamos a estar donde empezamos en el momento inicial de nuestra visita. Si dijera que fue premeditado mentirá y ya saben cuan poco me gusta mentir a mi este honrado y casto caballero. la cosa es que de camino al punto de partida había otro par de locos que se habían casado y por lo visto justamente salían para darse el beso ante el público espectante. Y ahí que se produce la gran cosa que yo les quería contar.

la gente que estaba rodeando la entrada de la iglesia estaba abarcando una gran extensión de terreno por lo que se podía pasar a lo sumo de dos en dos a la siguiente calle y cual es mi sorpresa que me encuentro que al tocarme a mi ese aleatorio turno siguiendo justamente a mi madre al lado me pasa una rubia que seguía a lo que parecía su novio pero ya era tarde y mi mano se desplazo descaradamente a hacia la izquierda quedando apretando el culo de la buena dama que tuvo a bien de alegrarme el día de forma tan involuntaria. Buen trasero y lo cierto es que no me había importado hacer que algo se me caía por dentro de la falda de la dama para buscarlo pero bueno eso supondría denuncias y demás cosas así que secillamente me colgué la medalla y seguí mi camino orgulloso de mis reflejos.

Fue ahí donde decidí a partir de ese momento aprovechar a meter toda la mano que yo pudiera sin arriesgarme a palizas ajenas. hasta que se me borren las huellas dactilares.