martes, 26 de noviembre de 2013

Solo este mundo.

Cuando la encontró de frente miró aquellos grandes ojos que evadían su alma en mil cosas. Tomó sus manos como un acto entre reflejo, automático pero no exento de una delicadeza y ternura que fuera mas alla de todo lo imaginado. Caminó por ese mundo un rato, durante un momento mientras ella le interrogaba sobre aquellas ocultas intenciones que desbordaban por sus ojos pero que su boca no daba revelado en forma de palabra alguna. Ladeó levemente la cabeza, adivinando que algo pasaba por el pensamiento de quien sostenía esas delicadas manos. Avanzó un diminuto paso y apretó suavemente las manos de aquel ser para imprimirle confianza y que soltaba todo lo que tuviera que decir. Sonrió justo en el momento en que las palabras empezaron a salir:

-Solo tengo este mundo... no hay otro lugar al que poder ir para realizar todas las cosas y decirte todas las palabras que pudieran ser dichas en en el mas bello de los paisajes. Tus ojos complementan la belleza de cada rincón de humanidad que hay en las almas de las personas, las escudriña hasta que estas se sienten cobijadas y confiadas para abrir sus propios planos y dejar expandir cada una de sus facetas ante tus ojos. Y yo no soy mucho menos. 

Se quedó en silencio sin saber que mas decir, buscando palabras que le eran del todo imposibles usar para definir con precisión aquello que circulaba por su cabeza, un precipicio en cuyas paredes se podía ver miles de aves cantar en tonos de colores y mover unas alas que desprendían aromas y sonidos de otras tierras. Y en medio de toda esa algarabía se encontraba un polluelo asustado que aun no podía cantar oquizás nunca pudiera pues a lo mejor se había quedado para siempre sin la opción de cantar y volar cual era la definición exacta de aquello que por su alma corría libre como el viento. Miró de nuevo aquellos ojos tratando de ordenar los pensamientos, de adherirse a las estrofas de canciones o de poemas realizados en el pasado, pobres líneas que debían definir la grandeza de sus sentimientos pero a duras penas eran una pincelada en un lienzo grande como el mar. Hizo otro intento. 

-Recorro el mundo buscando tu luz, tu fuerza y la mía,haciendo que las gotas de lluvia de mi interior no silencien la canción de una sonrisa que mas de una vez pusiste en mi rostro. Muero por traspasar la barrera que nos separa en los mundos que nos odian, que no tienen por conveniencia el sentirte entre mis brazos, en mirar tus ojos y susurrarte un poema en las mañanas. Dejo libre cada una de mis ideas para que vuelvan mas fuertes y salvajes, llenas del arrojo del soldado y la sabiduría del erudito. Mi aliento quiere perderse entre tus cabellos cuando te abrazo y dejar libre mi corazón para que salga al encuentro del tuyo, acallando el galope desbocado que se provoca al cruzarme con tu rostro en medio de muchas realidades posibles. Siento la necesidad imperiosa de decir esas dos palabras que no son ni por asomo suficientes para definir la complejidad de mi pensamiento. 

<<Y sí, besaría tus labios una infinidad de veces pero se que a la larga no sería suficiente declararse de una forma tan física y necesitaría de algo tan íntimo como el alma para que observaras todo mi ser y decidieras caminar conmigo por estos y otros mundos...>>

Se quedó de nuevo en silencio... mudo y furioso consigo mismo ante la incapacidad de expresarse como un verdadero hombre lo haría aun estando en medio de aquel campo de rosas azules. 



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