miércoles, 24 de agosto de 2011

El asesino de mentirosos y la diplomática

Con sus ojos todo lo decía. Una mirada llena de luz que estaba siempre iluminando los corazones de todos cuanto le rodeaban, que captaba atenciones indeseadas unas veces y benevolentes otras. Cada vez que sus ojos se posaban en el mundo una verdad le era revelada a este y el mundo respiraba de forma tranquila y a la vez tensa ya que su presencia era motivo de turbación para mas de un hombre que se cruzara en su camino. Con su presencia se instalaba la tranquilidad y al autoridad en los corazones de los hombres y mujeres que centraban su atención en ella y cada vez que su caminar recorría el mundo, mas de una idea se instalaba en la mente de algún que otro valiente estúpido de poder tenerla entre sus brazos. Pero sus formas le hacían prácticamente invulnerable a cualquier forma de seducción que pudiera aplicar en los tiempos aquellos cualquier caballero de quinta categoría. Lo que ella buscaba era una paz duradera entre las personas a las que sus pasos llevaban de aquí para allá. Era fácil verla venir ya que todo en ella atestiguaba una exquisita educación y un saber estar absolutamente envidiable por parte de los grandes expertos en protocolo. Su rubio cabello siempre hondeando al viento y su ligera sonrisa acompañada de su educación, por no mencionar su cuerpo que resultaba discretamente llamativo, eran los alicientes para que en sus viajes mas de una trato fuera cerrado con éxito entre dos hermandades rivales, entre dos grupos enemigos. Volviendo al asunto de sus ojos, estos veían la verdad mas absoluta en la mas grande o mas banal mentira, Y eso le había granjeado unas excelentes oportunidades para poder causar una buena disposición o para saltar esas trampas que le habían tendido a otros a lo largo de los años, con todo tipo de engaños, de falsas promesas, de limitaciones de todo tipo. Ella era capaz de ver la mentira fuera del tipo que fuera. Cada día era enfrentarse a un mundo en el que las mentiras, las falacias, los engaños, estaban a la orden del día y ella luchaba contra eso de forma constante. Sus pasos fueron evolucionando y entonces llegó ese bien día. 


Caminando por una estepa en lejanas tierras a su hogar, unos atacantes inesperados fueron a dar con ella,sin duda movidos por el ansia de saciar placeres prohibidos o quizás de mancillar la aparente pureza de ese cuerpo.  lo mejor querían matar por el mero placer de matar, y es que este mundo está abarrotado de personas y de criaturas oscuras, que hacen lo indecible por obtener un poco de placer o dolor de las personas ajenas. En estas situaciones ella podría plantar cara o salir corriendo ante la desventaja numérica pero antes de la toma de cualquier decisión sus enemigos fueron mas rápidos y los primeros golpes con ánimo de subyugarla cayeron sobre su perfecto y pálido rostro. Los asesinos se cebaron en ella pero la dama no era lenta en reflejos y pudo al menos devolver un par de golpes antes de que unas manos fuertes aferrasen su anatomía paralizando su cuerpo de una forma mordaz, tenaz y cruel, sin importar que se causara dolor a esa criatura tan bella, capaz de cautivar con una formalidad envidiable al mas duro y sádico de los tiranos. En los instantes finales a su vida, o al menos eso creería cualquiera que presenciara la batalla de tan desiguales condiciones, una sombra negra surgió de una nada que era mas bien un sencillo bosque que estaba lindando con las posesiones territoriales de una criatura de leyenda, de una bestia mítica que era realidad en ese mundo lleno de una magia quizás imposible. No parecía mucho mas igualada el enfrentamiento de dos contra un montón pero lo cierto era que el nuevo integrante de la batalla tenía ese currículum vitae que causaba la inspiración del miedo mas profundo en esa zona y quien sabe si en todo el mundo. Viéndose solamente un pelaje negro como la misma noche de aquel lejano año que el había visto nacer y dos ojos de un rojo intenso como la sangre, una terrible criatura asaltó a los asesinos y a los canallas que habían apresado a tan magna y bella dama, dadora de gentiles caricias y de dulces sonrisas. En la mente de la monstruosa criatura ahora solo estaba la idea de matar, de dar algo de leña al fuego que alimentaba una ser aun mas terrible que él mismo. Un diablo, literalmente, colmaba de sensaciones de todo tipo y de susurros tentadoras de mas tipos aun la mente y el cuerpo de ese ser arrepentido pero a la vez orgulloso de su perfil psicológico. la ora movía en ese momento cada uno de sus músculos y las zarpas se hicieron con el control de la batalla durante unos instantes aunque por obra de las casualidades lo único que acertó a hacer dentro de una marco legal mas que dudoso fue agarrar con sendas mandíbulas el cuerpo de la mujer y lanzarla por los aires hasta que esta penetrara en sus dominios, para la mala suerte del que la tenía sujeta que también entró a las bravas y pensó por un segundo que podría escapar. Craso error...


Tras unos instantes de dolor para el asaltante, su cuerpo ardiendo en medio de una tormenta se fue consmiendo y los ojos rojos de un monstruo se cruzaron con los ojos rojos de una dama. la ira contra la calma, el lobo contra la dama, quizás y solo quizás, la misantropía contra el amor. 

domingo, 21 de agosto de 2011

Reencuentro

Y ahí estaba la dama esperando a su señor, a ese caballero de buena figura que sencillamente podría pasar por el ojo de un alfiler de tan delgado que era. Su anatomía no era nada del otro mundo pero radicaba todo en las miradas que a lo largo de aquella noche se habían lanzado en medio de un lugar atestado de gente, miradas cómplices de miles de travesuras que compartir bajo una noche estrellada al abrigo de un techo que era el de la torre mas alta de ese lúgubre castillo. Cada uno tenía en mente como esas miradas se convirtieron en sonrisas y esas sonrisas en unos gestos de invitación a hundirse en medio de un peregrinaje de manos que recorrieran a lo largo de todo un cuerpo ajeno. Los demás invitados no existían para ellos y de pocas maneras se podía expresar un mayor deseo que no fuera por la mirada de esos dos solitarios que se habían cruzado uno en el camino del otro. Todas las miradas estaban puestas en esos dos ejemplares de lo que parecían seres humanos venidos de otro mundo , pues aunque sus ropas eran de esa época de apariencia en las cortes de los reyes, en sus miradas había una especie de reconocimiento que iba mas allá de toda sucesión de acontecimientos futuros, presentes o pasados. Había un entendimiento de algo que sencillamente parecían haber estado esperando durante siglos para poderlo llevar a cabo. La música en aquella sala de fiestas les era totalmente indiferente a pesar de que cierto violinista de unas tierras cuya geografía tenia forma de bota. Ellos mostraban una actitud de lo mas contradictoria en cuanto a la unión de sus personalidades pero desde luego la comunión era absoluta entre sus miradas, que se encontraron y se decidieron invisiblemente, de una forma casi mágica a alejarse de toda esa multitud de mentirosos, hipócritas, falsos, ladrones y asesinos. 


Ella era sencillamente una diosa de al belleza, una perfecta figura que serviría de inspiración a mas de un poeta, a mas de un escultor para poder crear las mas bellas obras de arte, ya sea en medio de quejumbrosos y delicados versos o mediante la fuerza de unos cuantos toques de cincel. mas de un pintor le habría querido pedir que posara para ellos pero la turbación por no poder captar cada exquisito detalle era tal que esa empresa, la de pedir el posado de al dama, se les hacía tarea imposible. Su busto era digno de admiración y en medio de su rostro brillaban dos fuegos de color marrón que eran ensalzamiento de un bello rostro, de una bella sonrisa que mas tarde se comprobó que poco asomaba por orden estricta de su dueña. En el brillo de su mirada se podía ver pasión, vida vivida al máximo en miles de emocionantes aventuras entre hombres, mujeres y quien sabe si algún dios que se prendara de sus encantos y que se lanzara a por su presa como un halcón sobre un ratón. El movimiento de sus caderas al lucir ese delicado y fluido caminar hacía centrar en ella mas de una mirada de deseo por parte de otros especímenes humanos. En su haber tenía a mas de una persona que la deseara y a la que deseaba pero en ese preciso instante nadie importaba mas que él. el caballero en el que clavó unos ojos de fuego e incontrolable deseo le devolvió la mirada. 


Él era un caballero, ni muy fuerte, ni con mucho renombre, mas bien de poca estatura social. nada destacable quizás de no ser por haberse convertido ese día en un afortunado que gozaría de los cuidados y las atenciones de una diosa del placer, que invocarían juntos a las bestias del averno mediante cánticos tan antiguos como el propio existir de la vida. De él se podría decir que no era aguerrido, ni valiente en exceso pero si que le gustaba de pensar y charlar siempre que no le sobreviniera su melancolía que el había dado la fama de triste, taciturno. Pero ese día la cosa cambió  en su mirada se equiparaba un fuego que nadie nunca sabrá si fue contagiado por unos ojos femeninos o sencillamente la luna estaba llena esa noche. Y esa noche nadie mas pudo hacerse con el control de ambos, porque era cierto que muchos andaban detrás de cada uno con sus razones y sus ambiciones de hacerles caer en trampas con las que no encontraran el camino de vuelta al hogar que eran el uno para el otro. La tranquilidad se había esfumado de sus maneras, la urgencia había reaparecido después de mucho tiempo dormida en el interior de ese caballero que ahora miraba a la dama con las ansias de un lobo que devora a su presa tras días sin comer. De su carácter destacaba que siempre había sido un hombre de buen llevar pero se rumoreaba su adicción al dolor ajeno y a la sangre, no si bien decían que también él buscaba la decisión no condicionada de su ´´víctima´´ de desear o de querer sentir unos cuantos objetos afilados en el cuerpo. 


Y ahí se fueron los dos, siendo observados por los buitres y los lobos, por los astutos zorros y sus ligeras esposas, que no se molestaban lo mas mínimo en ocultar sus identidades bajo máscaras de abolengo que nunca ha existido. Pasaron delante de gélidos ojos azules que pronto se tornaban en verdes por una envidia infinita hacía algo para lo que esas pequeñas criaturas que no habían vivido nada no tenían la mas mínima idea. Pasaron delante también de los rincones de oscuridad y tristeza que muchas de las personas invitadas traían consigo en todo momento y sencillamente salieron de ese lugar,dejando atrás a las personas que venderían su alma al diablo por un poco mas de poder, juventud, carisma, inteligencia o mas poder, ascendieron unas escaleras que se les hizo eternas en subir de tanta pasión que corría por sus cuerpos, de tantas ganas de reencontrarse el uno con el otro. 

Carta a la dama de honesto mirar


Querida dama de honesto mirar:


Antes de nada disculpas por esta retórica y oratoria digna del mas inocente colegial. Le escribo esto para decirle cuan extasiado me encuentro por el sencillo hecho de poderla contemplar siempre de una forma secreta a sus ojos de gran profundidad y belleza. le pido por favor que lea esta carta entera y que juzgue por usted misma mis intenciones para con su persona. En mis sueños ya la he tenido un par de veces a mi lado, compartiendo miradas y quizás alguna caricia por parte de sus dedos que como pequeñas y danzarinas figuras recorrían mi rostro de forma delicada, como si en vez de piel fuera porcelana. Por favor de nuevo le pido no se asuste, solamente es para hacer un excelente prologo de lo que quiero llegar a decirle de verdad y es que su luz me dejó perplejo ante la belleza de su presencia la primera vez que la vi y aquel páramo tan alejado de la humanidad y de otras criaturas como usted y como yo. No quiero importunar su tiempo con lineas plagadas de metáforas ni rimas sin sentido que no conducen a nada pero quiero comunicarle quiero hacerle ver mi fascinación por su persona ya que nunca había visto un equilibrio tal entre belleza y formalidad. Si supiera a lo que yo me he enfrentado con tanto narcisista o tanta reina de la oscuridad por ahí suelta y usted apareció con toda su sencillez, dejando tras de si un rastro de equilibrio, de verdad, de honestidad y para que negarlo hacia mi persona... de admiración por usted. No voy a pretender sacarle un suspiro no pretendo narrarle alguna aventura o contratar sus servicios para algún pacto de paz entre dos tribus o dos bandas o dos clanes rivales. Cada uno con sus cadaunadas pero quiero que sepa que me parecería ya un exquisito placer poder disfrutar de su presencia en mi mundo mas cercano, en mi vida, a poder ser de una forma mas activa y mas regular, pues lo que siento al verla es la sensación quizás mas parecida al amor que yo esté experimentando por primera vez en mi vida. Quizás ya la estoy amando pero no me doy cuenta pues a toda mi situación ética, moral, política y estratégica se une mi perfil psicológico que no es exactamente el recomendable para una relación seria, sin embargo en mi interior, solapando a esa bestia que duerme en mi hay una voz que susurra con su bella voz ´´conócela...´´ y por una vez le hago caso a las voces de mi interior, escribiéndole en primer lugar esta carta que podrá leer cuando tenga un poco de tiempo. No la lea con prisas, espere a tener un tiempo de reflexión o algún hueco en su seguramente apretada agenda para poder disfrutar de las palabras de este ´´asesino cruel y despiadado´´ que sencillamente no aparta la idea de una caricia suya de su mente. Mis días en la soledad no me hacen mas que pensar que quizás usted quiera algún día compartir algo de espacio y tempo conmigo, unas cuantas conversaciones quizás, se que la diplomacia de la que está usted dotada requiere de un nivel de cultura muy alto y en eso puedo equipararla o eso espero. No quiero por nada del mundo que mis intenciones se crucen negativamente o mas bien para mal con su carrera prometedora de embajadora de la paz en el mundo, ya que con su presencia muchos ánimos se apaciguan de forma notoria, incluso los míos que son de dispararse pronto por mucho que yo diga que mi parte vampírica me tiene controlado. Lamento no poder hacer mas larga esta carta pero los sollozos del condenado no me dejan dormir ni concentrarme. Espero que algún día nos podamos volver a encontrar. Todo lo que me compone está a su servicio para las buenas causas ... Si es usted quien las dirige. 


Atte: un pobre diablo temeroso de no ser correspondido por una vez en su vida 

sábado, 13 de agosto de 2011

Carta al tribunal

Señoría y corte de justicia: 


no se como apelar a su misericordia para obtener el perdón de vuesas mercedes que poseen el poder jurídico, administrativo y legislativo de todas estas tierras de una lado a otro de las montañas. No quiero ser muy excesivo en mi defensa y quiero hacer esta misiva sencilla para que puedan deliberar calmadamente y tener en cuenta los motivos por los que hice lo que hice. No conocen de mis orígenes pero si de las fechorías que se me imputan y que no son nada mas que sencillos aunque graves errores que pesan sobre mi alma. Sí, tengo alma. Los cargos que se me imputan son realmente injustos: es verdad que maté a aquellas mujeres y hombres pero a las mujeres no las he matado con la sangre fría que los periódicos tratan de retratar en sus titulares. no quería mas que saciar mi sed de ese delicioso vino mas fogoso que el propio infierno derramándose por la garganta. A los hombres los mataba por mi idea de justicia, que comparto con ustedes, ya que esos hombres eran un atentado a las leyes mas sagradas, pues eran maltratadores, violadores, asesinos, psicópatas. Ellos sí que pretendían dañar y mancillar uno de los vienes mas preciados del hombre, ese bien que todos llamarían dignidad, bondad u honor. pero el honor de las damas quien lo defiende? nadie y es por eso que me erigí en un defensor de la causa de la mujer. y por ello renuncié a probar la sangre de mis victimas masculinas, porque también tengo mis supersticiones y quizás termine siendo un desalmado como mis víctimas. Juro que las muertes de las mujeres no eran a voluntad, es que la sed era demasiada para ser reprimida.Ellas se dejaban lo juro, puedo jurarlo por lo que mas quiero, yo tengo un respeto y cariño a las mujeres que muchos de los ciudadanos ejemplares de esta comunidad no entenderían ni por muy machos u hombres que digan ser. Se que puedo reprimir mi sed de alguna forma. Quizás con esa nueva ciencia, la psiquiatría, se logre algo de lo que pretendo hacer en este mundo, quiero librar al mundo del mal, de la arrogancia de la estupidez del maltrato y de la desigualdad así como de la mentira, la misoginia y la maldad en general. No puedo transmitirles lo que siento al beber sangre con unas palabras inscritas en un papel pero puedo decirles que mi arrepentimiento es máximo y mi frustración es mas que notoria cuando veo a mi defendida muerta entre mis brazos. Tengo sus caras en mi mente, tengo sus últimos suspiros en mis oídos, diciéndome que porque lo hice, y les quiero explicar a ellas y a ustedes que no lo hago por rencor a la humanidad que me aparta de su seno sino precisamente por mi amor a la humanidad, a los comportamientos que esta desarrolla, a como se unen y dejan a veces sus diferencias para poder afrontar problemas de una u otra manera. Me presentaré ante ustedes en unos días o en unas horas, lo ignoro, en esta celda tan fría el tiempo pasa de tal manera que no sabes si se han pasado 3 minutos o 5 días. Cada noche me atormentan los pensamientos de como ellas murieron por la culpa de mi sed y reitero que quizás el tratamiento adecuado o la ayuda necesaria de nuestro benevolente estado tenga a bien de indemnizar a las familias de las víctimas. Soy en resumidas cuentas un ser arrepentido de sus pecados que desea ser escuchado como criatura con la capacidad de comunicarse de un ser humano normal. Yo mismo me arrancaré del pecho mi muerto corazón el día que mis deseos lleven a querer la muerte de una mujer y la salvación de un asesino. Apelo a su poderosa inteligencia y a sus ideales justicia, es el ruego de un amante de la libertad y el amor. 


Esperando en la oscura celda


Un pobre sediento. 


Para la abogada mas guapa de todas

viernes, 12 de agosto de 2011

El amante Dolor

En medio de una noche estrellada los amantes retozaban de forma estática, la pena llenaba el corazón de la dama que estaba siendo abrazada por su amante de nombre desconocido. Él había venido al sonido de las lágrimas y de la sangre que entre sus heridas asomaban de una forma tan llamativa que resultaba irresistible. Él había acudido presto para socorrer al motivo de sus deseos, a la que encontró en su cama de siempre,llorando con sus heridas en el corazón y en los brazos. El olor de al sangre embargaba su olfato pero mas aun embargaba su olfato el dolor de ella, que vacía se autolesionaba por ánimo de reclamar una atención hacia las personas que la querían y que había perdido hace mucho. Ella no podía mas que buscar un daño con ánimo de poder sentirse acompañada por ese amante mortal ya que se sentía sola rodeada de gente. Cada rato que pasaba era mas doloroso que el anterior y esa noche su amante vino con ganas de hacerla sentir mucho mejor. Dejándose usar como improvisado colchón y abrazando por detrás a la mujer que mas quería, él la fue desgarrando. 


Era un dolor lacerante que no solamente extendía por sus brazos sino también por vientre y a veces las piernas.Los hombros llenos de mordiscos que no vacilaba en dar cuando ella se empezaba a quedar dormida por el cansancio que supone ese dolor tan intenso. las caricias de él estaban acompañadas por unas garras que arrancaban a veces algún que otro trozo de piel., provocando unos gritos necesariamente altos. Para Dolor, príncipe del sufrimiento, eso era la señal necesaria para sacarle una sonrisa. se alegraba de que ella lo estuviera disfrutando tanto como él, que llorara y que enloqueciera al no poder dormir. los labios del demonio, cuando acariciaban su piel no podían dejar mas que recuerdos dolorosos en la mente de ella y su ansia de sentir dolor se acrecentaba, provocando un deseo de acabar con su vida que a él no podía por menos que dejarlo exultante de alegría. Un susurro de amor le hizo saber lo feliz que le hacía poderla tener entre sus brazos y hacerla gemir de un dolor tortuoso que solamente desencadenaba una desesperación deliciosa, casi como si de al propia sangre de una virgen se tratara. Retozando de forma lenta y provocando las mas delirantes sensaciones de dolor en el cuerpo de su amada, Dolor fue consumiendo las fuerzas de la dama pero él la quería tanto que la dejo vivir una noche mas. 


Siempre venía a por mas, a por mas de esa deliciosa sensación de poder hacer lo que quisiera con esa criatura a la que tanto amaba, a la que su malvada alma estaba amando desde el principio al final de los tiempos. Siempre le susurraba palabras de amor al oído mientras desgarraba lentamente su piel y las lágrimas llenaban un rostro que estaba dominado por las ojeras de no poder dormir y desquiciado por el dolor, un dolor que lejos de toda lascivia solamente podría ser asesinado con un poco de buena voluntad y de animo de superación. Pero la tentación era siempre irresistible y ella se dejaba envolver de forma pausada y lenta por los brazos de Dolor, que siempre le susurraban lo que haría con ella si deseaba acabar con su vida. Reiteraba una y otra vez como ella yacería con él en medio de un sufrimiento eterno, que se dedicaría en cuerpo y desalmada alma a su amada. Cada noche igual, cada noche siendo amante de Dolor, sin opción de huir. siempre el susurro de él aparecía en su oído para hacerle notoria su presencia.


-Mi querida ...-Decía lentamente mientras desgarraba a veces sus pechos o su estomago, quizás su rostro o espalda.-Me siento feliz de tenerte cada noche entre mis brazos, de poder desgarrarte y de que nunca me rechaces. Eres la mas fiel de todas las mujeres que he conocido y me siento exultante de poderte hacer sufrir de esta forma. Te doy gracias por las lágrimas que me dedicas cada noche cuando te hago mía y solamente mía. Cuídate de morir o serás mía en la noche y el día, algo que yo disfrutaría...lo sabes...


Y con un beso en su mejilla y otro en el cuello que arrancaba siempre un trozo de esa deliciosa piel se desvanecía dejando a una doliente llena de dolor, entre exquisitas lágrimas de dolor. hasta la noche siguiente. 

jueves, 11 de agosto de 2011

Guerra, Amor, Pasión y Lujuria


De sus labios surgía el deseo mutuo que se profesaban esas dos almas encaminadas a consumirse de forma eterna en medio de sus cantos de placer. En cada roce hacían todo lo posible por hacer sentir al otro, por expresarle una palabra que no tenía una clara pronunciación, que solamente reiteraba las intenciones del uno hacia el otro de imponer deseos y de rendirse al otro. Ella Se acercaba lentamente a él se posaba encima de él dejando muy cerca la una de la otra esos centros de poder que podían ejercer el uno sobre e otro las mas deliciosas sensaciones. lentamente , con una sonrisa que demostraba gran picardia, susurraba ardientes y deseadas palabras en el oído de él, vertía en su mente el dulce veneno de la lujuria y sin compasión unos labios suaves y carnosos empezaban a recorrer un espacio infinitamente finito, a los largo de una camino que para él suponía un rosario de sufrimiento. Los olfatos detectaban las esencias pecaminosas que los rodeaban pero también esa dulzura y la ternura que se expresa al desear hacer las cosas bien hechas. Inflamados en deseo, las manos nudosas del dios de la guerra acariciaba con deseo, con ansias de conquista el cuerpo de su amante, también llamada por unos Amor y por otros Pasión, a veces sencillamente Lujuria. Sus ropajes, los de Lujuria eran finos, delicados, casi podrían romperse o desgarrarse con soplar sobre ellos y las manos de la guerra no eran buenas para mantener a salvo esos tejidos que obstaculizaban los portentosos senos y caderas de Amor, Pasión y Lujuria. la lenta tortura continuaba mientras los labios de Pasión recorrían con sádica lentitud el cuello de ese dios hambriento de pasión y deseoso de saciar sus mas bajos instintos. Una mirada felina se encontró con dos pozos de negra ira, de negro poder en los campos de batalla. No se pudieron haber estremecido de forma mas notoria, Ella siendo devorada por un poder casi tan intenso como el sol y él deseando hacerla suya con algo que no fueran forzados movimientos de cadera. 


Lentamente ella dejó caer sus sedas y unos senos que antes se insinuaban sin mucha ocultación quedaron desprovistos de forma lenta por sus protectoras de fina tela. Unas manos fuertes, capaces de romper montañas y de seducir con la delicadeza de las plumas de ángel recorrieron esas caderas que lentamente se frotaban causando la turbación de algo mas que el deseo, dejando despertar sensaciones externas de querer hacer a su dueña y esclava suya por siempre. En el momento en que esas manos asesinas rozaron sus senos, la mas cálida sensación se instalo a lo largo y ancho de un vientre plano de mujer y poco a poco se fue extendiendo por su cuerpo, enardeciendo a su piel como si de tropas en busca de guerra se tratara. Los ojos felinos eran salvajes, como las guerras que los pueblos de la antigüedad se vieron forzados a representar de forma despótica y cruel. pero estaba vez no había odios no ambiciones, solamente deseos de complacerse hasta el punto de poder expresarse nada mas que con besos los deseos de cada uno. los roces seguían siendo el arma de ella para poderlo dominar y poderse entregar a él. las caricias de él recorrían por entero el cuerpo de ella, como las legiones recorren el territorio en busca de todos los posibles accesos para un ataque. Era tal el deseo que había entre ellos que ahí por donde perezosamente las manos de ella pasaban, la armadura forjada en los hornos del infierno se deshizo, el cuero y los acolchamientos se quemaron, sin dejar siquiera las cenizas. En igualdad de condiciones un baile se inició y prosiguió por toda la noche. Los besos de Amor, Pasión y Lujuria eran delicioso, encabritaban el cuerpo de cualquiera, lo hacían esclavo del deseo pero ese día nadie iba a conquistar a nadie. Guerra no podía por menos que sentirse como un joven inexperto, algo que causó una ternura nunca vista en esa diosa y esa diosa, sintiéndose desnuda en su interior por ese dios no pudo evitar sonrojarse. Cálidamente las manos de ella rozaban el pecho de él y las manos de él los bellos y perfectos senos de ella, llenándose las manos con regocijo. No había duda en sus miradas, para ellos, el otro era perfecto para el uno. 


Las danzas los llevaron a todo tipo de acciones de dominio y de sumisión. Unas veces ella señora de la Guerra, capaz de sembrar caos hasta en las mas remotas tierras con solamente un suspiro de su amante el dios de la Guerra, y a continuación la Guerra conquistaba al deseo, haciéndola esclava de sus manos, de us caricias y lentos movimientos en un monte sediento, manantial de calor y de fogosas danzas para atrapar a ese deseado invasor. Las miradas se encontraban constantemente mientras la celebración de su encuentro se festejaba por el mundo entero y los guerreros y las mujeres se entregaba ciegamente a placeres inmensos jamás descritos. Una explosión se provocó en los interiores de ellas y ellos cuando al final con un sencillo suspiro por parte de ambos dioses, el clímax llegó a sus cuerpos y las miradas se encontraron para nunca separarse

El caballero doliente


Ha visitado las casas mas humildes y los palacios mas prósperos. No saben la idea de las grandes mentes que se echan a perder y que son tan capaces de construir un punte como de inspirar una revolución con unos pocos susurros. Pero ante todo deberían de mirar ese aspecto que tanto me gusta de resaltar por encima de todo y la elegancia con la que muchas damas de cortes y de pueblos resaltan las tentadoras dotes que poseen a la hora de mostrar al mundo cuando deliciosa es su sangre. Sus viajes no tenían nada que envidiar a los grandes exploradores que partían por meses o años a lugares dejados de la mano de Dios para poder hacerse un buen renombre entre sus compatriotas. Los mundos por aquel entonces estaban por conocer. El nuevo y el viejo mundo no se diferenciaban en grandes cosas pero lo interesantes era cuan viajero era el caballero de esta historia. Las motivaciones que lo impulsaron a todo esto que se va a narrar aun son desconocidas pero cualquiera que lo lea debería de juzgar no solamente esos ´´crímenes´´ sino también su propio interior al leer y seguir leyendo con morbo lo que se va a narrar. 


Su nombre no será revelado pero era una persona atenta, amable, de buenas maneras, educado por una familia de buen renombre que no tenía nada mejor que hacer que dedicarse por entero a un hijo que tenía grandes inquietudes culturales y que pronto se animó a aprender cosas mientras los demás niños jugaban. Sus conocimientos lo llevaron a levantar la admiración de propios y extraños, que se mostraban sorprendidos por lo que se niño o mas bien joven gustaba y sabia hacer. En lo físico nunca fue destacable: no poseía la gracia del señor a la hora de deslumbrar a las damas con su belleza, ni tampoco el físico poderoso de los legendarios soldados, mariscales, exploradores y demás hombres que dedicaban la vida a tareas que requerían del ejercicio constante para poder forjarse la fama de aguerridos conquistadores o magníficos generales. Él sí que quería hacerse a si mismo con ayuda constante de tipo intelectual tanto a soldados como a grandes multitudes de ciudadanos. Ahí donde se le requería siempre estaba al poco tiempo, incluso se le elogió al punto de crear la leyenda acerca de que era capaz de estar en varios lugares a la vez. Pero algo truncó sus buenos principios y una entidad se metió de por medio en su vida. 


En cierta campaña militar, un ataque de bandidos y mercenarios enemigos quiso llevarle la desgracia en forma de mujer. Fue capturado e interrogado en una suerte de vocablos extraños que este hombre no había oído en su vida. Las palizas y los métodos de tortura se siguieron durante un largo periodo de tiempo que al hombre le parecieron meses o años, claro que en realidad no fueron mas de unas pocas semanas. Con unos cuantos trozos de piel arrancados, dio a parar a una celda en la que un buen día, en medio de los delirios por la enfermedad que se le empezaba a formar, supuestamente una diosa acudió a su rescate. Nunca olvidó lo que le dijo. En el idioma de las antiguas civilizaciones le dijo que podría salir de ahí pero a cambio debía de sacrificar sus buenas obras para vagar por el mundo en busca de al sangre con la que alimentarse por siempre. Nada podía hacer el caballero por resistirse a la petición de la dama de plateados cabellos que parecían ondear sin necesidad de viento alguno. Así es que aceptó y sin previo aviso la leyenda negra de caballero doliente surgió. 


Salió de ahí pues asombrosamente lo habían dado por muerto. pero no lo estaba, ni lo estaría jamás. Con las palabras de esa diosa nocturna lo primero que hizo fue tratar de encontrarla pero nada, ni una pista y entonces topó con el primer objetivo de sus aventuras. En medio de una pradera se encontraba una aldeana que al verlo, no pudo por menos que acudir a salvar a ese poco agraciado pero gentil hombre que con maneras de lo mas educadas había suplicado ser ayudado por la Providencia o por un matasanos.La aldeana lo cuidó pero antes de lo que se pudiera decir en cualquier aventura, pronto la ayuda desembocó en un deseo y unas ansias ardientes.Los lamentos dieron lugar a gemidos de dolor y posteriormente de placer. Una virginidad mancillada y unos cuantos cortes en su cuerpo fueron únicos testigos de una historia que no duró apenas unas horas. Al darse cuenta de su atrocidad, los arrepentimientos del caballero doliente renacieron de una forma u otra. Ante él pasaban cada noche las imágenes de como sus presas caían de forma fulminante, sintiendo la mas densa misericordia en sus bondadosos corazones. E incluso las menos bondadosas se rendían, quizás con ánimo de lujuria o por ánimo de detentar un poder que escapa a las manos de Dios. 


Tras dejar unos cuantos corazones rotos en ciudades pobladas por bellezas de aspecto puramente ario, sus pasos dieron con una fiesta en el medio de una noche de luna llena. Todos los invitados estaban presentes con sus mejores galas pero él no se había quedado atrás y por un par de favores que había realizado en el pasado, se agenció algo que no lo hiciera desentonar en exceso. Dejando atrás a una doncella hija de un dique y una prostituta cuyas filias dejaron exausto al caballero, se interno n la fiesta con la esperanza, tras muchos años de aventuras, de poder ver en una noche tan mágica a ese mágico ser que lo había puesto en una vida tan mal llevada por los años y los asesinatos.Y aunque no encontró a nadie que mereciera el apelativo de ´´diosa´´ si que logró captar la atención de alguien que a su vez hizo recíproco el sentimiento. 


Ella estaba quieta, mirando la luna, ligeramente apartada de la multitud. La miró y esta sintiéndose observada giró un rostro de marfil en los que dos lagos azules brillaban de una forma significativamente fría. No solamente la frialdad era un rasgo de su mirada sino también la detentación del poder y el saber que su atractivo estaba en boca de todas las damas envidiosas de esa fiesta. El hombre la miró extasiado por unos instantes y la mujer se contuvo de hacer una locura también por unos instantes. Dos ojos tristes se miraron cara a cara con dos ojos fríos y corruptos. Una sonrisa de maldad y engreimiento recorrió el rostro de la dama y entonces ante una teatrillo de actos que no serán descritos, el baile empezó de forma lenta. las miradas no se apartaban y sus manos exploraban la cintura de ella y los delgados y huesudos hombros de él. La música era lenta y el hombre miraba esos ojos preguntándose por el origen de tanta pasividad ante lo bello aunque para el trágico de la vida. 


-Se lo que eres-dijo ella en su momento, algo que a él le causo el impulso de preguntar ´´Pues entonces dime que eres tu´´ pero habría sido demasiado presuntuoso.-Eres un ser maldito, que solamente se mueve por el deseo de la sangre.Eres un vil asesino que no desea mas que causar mal en el mundo- las hirientes palabras de la mujer solamente causaban la confirmación de las ideas de ese ser abyecto y febril por la falta de ese néctar de dioses que debía de consumir.-Seré benevolente contigo -Dijo de forma fría y sin darle la mas mínima importancia se lo llevó lejos de ahí. El Caballero doliente no se podía creer esas acciones. En medio de una habitación ella lo tumbó en una cama cómoda como no se había imaginado el buen hombre en su vida. Cuantos echaba de menos una cama en la que reposar quizás por un día o por siempre. 


Ella le ofreció su cuerpo con abierta pasión, pasión que recorría la piel de su cuerpo pero en medio de los jadeos y los gemidos el caballero veía que en su mirada no había placer, no había nada. En un acto de domesticación, la mujer, tras creerse vencedora de toda esa batalla ofreció su muñeca con un ligero corte incidido en medio de la pasión. Los pensamientos de ella tenían por objetivo encauzar la sed de su nuevo esclavo en una obediencia ciega.Estos pensamientos no fueron leídos por el caballero que bebió pero cual fue su sorpresa que esa sangre no era normal. Estaba fría, y tenía un sabor tan amargo, tan agrio y sobretodo tan podrido que no podía por mas que apartar de esa herida sus labios. Era la primera vez que renegaba al placer en aras de la virtud del sabor de al sangre. 


-Soy un asesino, un ser sin alma. pero Tu estás realmente vacía., tengo cada nombre, cada rostro, cada matiz de su sonrisa en mi mente, lo tengo grabado a fuego, para bien o para mal.muchas de ellas siguen vivas, esperándome, otras por desgracia murieron por enfermedades que no tienen nada que ver conmigo. En todo momento las traté con delicadeza, y aunque muchas me querían usar siempre encontraba algo bueno subyaciendo en mi interior y en el suyo también, pero usted, sea quien sea, sean cuales sean sus orígenes debería de abandonar este mundo para no causar mas mal del que yo ya causo con mis controlados excesos. 


y sin mas. reuniendo una poca dignidad y algo de suerte, pudo abandonarse a los brazos del amor que encontró en sus siguientes viajes. La dama de ojos azules murió... o quizás recibió el castigo de vivir en su inmundicia. 

La carta del humilde


Señorita de Resplandeciente Mirada:


Antes usted me presento, no soy mas que un caballero de humilde casta y familia que recorre el mundo en busca de un montón de aventuras que vivir tanto al lado de otros caballeros en combates que sean cantados por los trovadores como a la zaga de una dama que sea de digna estampa para mis pensamientos. Y usted es esa dama. No veo el motivo quizás de que vea estas palabras con interés alguno pero quien sabe si sus bondadoso corazón hace ver a sus bellos ojos esta cata para a continuación llenar de ternura su corazón hacia mi y mis empresas descabelladas de hacer sonreír y disfrutar a las mujeres con mis alocadas aventuras o mis pedantes conocimientos de ciencias que los hombres muchas veces rehuyen. No pretendo ser un chulesco escudero que bajo el nombre de un poderoso Lord o Sir se enfrentan a sus semejantes en épicas batallas de fanfarronería. No, mi objetivo es poder verla a solas a poder ser en un tarde o una noche, cuando menos gente halla pues disfruto de la tranquilidad que da la soledad del manto nocturno. No pretendo, y lo juro por mi espada y mis creencias, hacerle daño alguno. Yo he posado los ojos en usted para poder admirar su belleza desde un secreto rincón en sombras pero la necesidad de tener algún tipo de contacto me ha llevado a cometer esta locura de desear verla y que usted me vea, aunque le informo que no soy para nada agraciado físicamente pero mis convecinos me consideran una persona fiable y sobretodo puntual. Siento quizás que no pueda ser esta petición hecha cara a cara pero es que es mi timidez demasiada como para acercarme a alguien de su porte y belleza, no he vivido una vida que me asegure una gran confianza para esto que se denomina el arte de la seducción, no me creo un seductor pero si un caballero, sacrificado por la causa de una sonrisa suya si es que acepta mi propuesta de vernos. Le vuelvo a jurar por lo mas sagrado para mi y añado el cariño que le tengo a mi familia y amigos que no pretendo nada malo con usted, pues no es lágrimas ni rechazo lo pretendo sino todo loo contrario, sonrisas y aceptación por parte de esta sociedad que se burla constantemente de la gente diferente. No creo que se pregunte usted porque usted y no otra, pero la respuesta radica en las cuatro primeras palabras de esta carta. Su resplandeciente mirada posee una luz que no he visto nunca y también es mi deseo de poder explorar la profundidad de sus ojos en busca de la respuesta a preguntas como la existencia de los dioses o el valor de una mirada acompañada de una resplandeciente sonrisa a juego. No se me ocurre que credenciales dar a mi favor que resulten creíbles. Soy de una familia humilde, casi de pueblo y siempre cercana al pueblo, no tengo por costumbre mentir y la sinceridad es una de mis armas y maldiciones mas arraigadas en lo hondo de mi alma, tengo sangre en las venas que derramar por alguna causa bien fundamentada y mucha energía que gastar en batallas pero también un posible romance con usted, bella dama de ojos resplandecientes. No voy a ser grosero en ningún momento y conmigo se puede hablar de todo, ya sea de literatura, arte, escultura y en especial historia, algo que me fascina también son los animales y la quietud de algunos bosques. Aunque no tengo tendencia a sonreír se que mis maneras se afinan mucho mas en presencia de seres de aspecto tan encantador como usted. Le vi entregar una limosna al ciego de la iglesia y eso me hizo pensar sobre su amabilidad y su bondad aunque le prevengo de que ese ciego en realidad puede ver y tiene mas de un libro que leer en su casa. Todo lo veo desde la sombra ya sea por timidez o por temor al rechazo pero que eso no haga suponerse juicios de mis actitudes, tengo la idea de dirigirme ante usted con todo tipo de respetos y educaciones aprendidas por así decirlo de forma autodidacta. No le haré nada malo en caso de ser rechazado ni tengo intenciones de lograr algún bajo propósito, si soy rechazado por usted mi comino continuará aunque en mi mente quedará el recuerdo de su presencia en este mundo de luz y sombras, de engaño y verdad, de maldad y bondad, de paz y guerra. Le deseo mis mas sinceros deseos de bienestar para usted y que pronto su respuesta llegue a mis oídos. Diga usted si o no en voz bien clara cuando termine de leer esta carta, el viento traerá su respuesta a mis oídos con la claridad de quien me lo dice estando a mi lado. Mi oído es fino y mis corazón noble, se lo aseguro. 


Con su mas abierta admiración por usted 


El caballero humilde. 

lunes, 8 de agosto de 2011

Ellas, las mas bellas de todas

Viajando por el mundo se las encontró, todas especiales a su forma de ver de sentir, especiales en la forma de tratarle a él y a todo lo que componía su ser. Cada una de las amantes que tuvo fue especial, las quiso como no se hace nada a la idea y nada pudo detenerle hasta que logró encontrar sus final. 

Viajando por el mundo se encontró a Humildad, una aldeana con la que hizo el amor, delicado y suave pero tradicionalmente muy efectivo, fervorosos cuando los instintos estaban disparados. De sus caricias se podía saber que sus manos eran trabajadoras y de sus caderas se podía decir que tendría una buena familia y ninguna dificultad a sentir. Cada día a su lado fue una brisa de aire fresco y al día siguiente el había decidido partir, dejando a esa mujer contenta y él contento de haber sido aceptado por ella, por sus perfecto ejemplo de como caminar en la vida con tanta belleza y no perder las formas. 

En medio de una noche fue asaltado por Pasión que mucho tiempo lo tubo cautivo, sentía sus mirada constantemente clavada en sus ojos y de cada roce de esas caderas no podía por menos que afirmarse a su mismo que el paraíso despertaba esas sensaciones. Dejando el fuego como lo mas frío de este mundo sus caricias se extendían con fulgor casi divino, hasta el punto de cegar en la locura a su cuerpo y de encarcelar y agotar su mente. Cuando sus miradas se encontraban y la apoteosis de sensaciones llegaba y aullaban a una luna que se tornaba en llamas de sangre cuando los veía unirse de esa forma tan desesperadamente salvaje. Y a veces lentamente ella se acercaba y devoraba su cuerpo con besos lentos que solamente invitaban a que la debilidad por la carne se viera aumentada de forma significativa. Un buen día la que se marchó fue ella no sin antes devorar sus labios de forma que nunca lo olvidara e incendiando su cuerpo una ultima vez estallaron de placer antes de separar sus caminos. 

Y la siguiente amante fue Amistad, que lo vio abatido y lo consoló y conoció de forma íntima. Hablaron y rieron, lloraron y compartieron, planearon y se necesitaron el uno al otro. Él la quería y quería algo mas pues él no era una persona normal, sino que era un caballero que buscaba una pasión con un sentimiento acompañado. Y ella eso lo vio y accedió de forma implacable a poder sentirse unidos por algo mas que por un lazo de amistad. pero ese lazo, con o sin amor, con o sin aventuras nunca se rompería, nunca se olvidarían el uno del otro así como el caballero nunca olvidaría a Humildad y a Pasión. Él reposo incontables veces en el cuerpo de ella mientras las manos de su amante lo recorrían con lentitud, haciéndole sentir protegido y protector al mismo tiempo. Reposó entre sus senos, que siempre se encontraban dispuestos a recibir sus fervorosos besos. Ella sonreía cuando él se encendía y lentamente se besaban para después ceder a la pasión. Y cuando uno no quería el otro lo respetaba. pero una confusión surgió y mas amistades llegaron y entonces él no supo que hacer. Con todo lo dicho y hecho, ella en un acto de valor le dejó marchar y él lamentó no poder hacer nada, sin embargo ella dijo que siempre estaría con los brazos abiertos para recibirle y dialogarlo, para apoyarlo y sufrir con él. 

De un palacio Dignidad surgió, rodeada de un halo de misterio y se cruzó en su camino. Se miraron unos instantes y entonces ella tomando su mano le llevó a sus habitaciones donde cada día pudieron compartir todo tipo de debates entre pasión y pasión. Con dolor y sinceridad le dijo ella todas las verdades que sus fríos ojos podían reflejar. Él se sintió desesperado por hacerla sentir, ya que ella, muda como un muerto le hacía el amor y a pesar de todos los intentos, la fría dignidad le impedía rendirse a cualquier muestra de placer explícito. Se sintió mas de una vez turbado por los ojos azules que poco a poco lo devoraban y lo hacían batallar contra si mismo pues su corazón estaba frío pero su cuerpo era cálido como una mañana de verano y a él no le quedaba mas remedio que rendirse y ella no hacía nada por impedir sus caricias cuando las danzas de la cortesía se hacían de forma correcta. Uno reposó al lado del otro, en una igualdad de condiciones jamás vista. 

Y llegó una dama que decía llamarse Amor. le dijo miles de cosas que solamente podían decir las locas o las enamoradas. En su corazón deposito una ilusión tan ardiente que las anteriores amantes no pudieron hacer nada por abrirle los ojos a las locuras que quería hacer. Y ella se entregaba ciegamente de una forma jamás vista. Pasión enloqueció al verse superada, Amistad quedó muda por no querer atacar, Dignidad tornó en ira su silencio y en heridas sus palabras, Humildad lloró al escuchar las palabras déspotas y carentes de calidez de Amor. Pero él amó el amor y entonces no dijo nada, solamente se dejó hacer y a su vez Amor le dejó hacer todo lo que a él le diera la gana. En momentos buenos se sentían felices pero de pronto una risa surgió de la nada y Amor se esfumó. El pobre caballero quedó desolado pensando que nadie mas iba a acudir a su lecho nunca mas. Pensó que siempre iba a estar solo, que el motivo de su vida se esfumó y que Amor no regresaría con su alegría inicial y sus dulces palabras. 

Entonces llegaron todas ellas. Amistad trajo a una aliada en las batallas que se llamaba Verdad, que junto a Sinceridad hacían una mezcla explosiva, a veces hasta se fusionaban en una sola entidad que resultó ser una bella y magna criatura, que no aceptaba motivos ni razones para negar lo que defendían con su nombre y además Hicieron bien en revelar a este pobre diablo que Amor en realidad era Dolor, que deseaba jugar con alguien. Amistad también ofreció sus brazos para consolarlo, para acariciarlo pero esta vez como amiga, no como amante, pues él aunque encendido por la cercanía de Pasión, dijo a esta que gracias pero que prefería la tranquilidad de los brazos de Amistad. Dignidad le susurro lentamente que no llorase, que debía de mantener la cabeza alta por haber hecho las cosas bien, por haber entregado cada segundo y cada suspiro con fidelidad y con cariño a alguien que quizás no lo merecía. Todas estuvieron a su lado, las nuevas y las antiguas damas de su vida lo estuvieron hasta que se recuperó y emprendió de nuevo el camino. 

*Perdonen la expresión pero es que era la mejor forma de expresar las ideas de una persona sencilla que se encuentra a alguien que quiere derrotado de cara a la razón de su dolor. 

domingo, 7 de agosto de 2011

El ciego y la dama

Por un camino sinuoso avanzaba una dama de bello rostro, de ojos grandes como el sol y de rostro dulce como la mas pura miel. El viento estaba arreciando por ese momento de su peregrinaje asuntos que hacer o por ansias de conocer mundo, eso solamente ella lo sabía.  Como se iba narrando . el viento era muy fuerte y el viento agitaba ese largo cabello que brillaba esplendorosamente. De sus ropas se podía adivinar un origen humilde pero de sus andares se podía deducir una correcta y atenta educación. Su paso era decidido, demostrando una seguridad que solamente despertaba envidias de las mas acomplejadas damas de otras cortes que podían hacer lo que quisieran solamente con la limitación de un abundante oro y de poca estima. Su cuerpo era ciertamente bien proporcionado y la estatura no era ningún problema aunque le faltara algo de alzamiento para estar al nivel de los cánones actuales. Pero ahí estaba ella paseando por ese camino. Cada paso era el acercamiento a un inesperado encuentro pues unos cientos de metros mas allá se desarrollaba una escena de lo mas negativa para la moral humana.

El camino se internaba en un un bosque que estaba separado en dos secciones por un río el camino en ese punto serpenteaba de forma muy escabrosa hasta llegar a un punte que estaba muy alejado de la posición de un segundo personaje que se procederá a describir a continuación y el que no viera por donde pisaba se podría caer provocando un final de lo mas trágico a su vida. Sentado en un tronco se encontraba un anciano con un arco en las manos. Su cuerpo reposaba y respiraba sentado de forma muy esforzada por lo que supone hacer ese duro camino. Teniendo en cuenta el peligro del camino este se había sentado a reposar hasta reunir las fuerzas necesarias para proseguir... o no. 

Cuando la muchacha pasó por cerca del anciano este habló de una forma casi débil pero con un matiz de gran y fuerte desesperación. 

-Muchacha, por favor podrías ayudar a este pobre anciano que aquí se halla en una de las grandes dificultades jamás imaginadas?-El anciano miraba al suelo constantemente, como si fuera a caer rendido de cansancio en cualquier momento. Vestía los harapos casi de un mendigo pero algo denotaba que su urgencia no era por una sencilla bebida alcohólica. El arco daba una pista de su oficio pero al muchacha dedujo que un cazador no podía ser aunque con el ser humano nunca se sabía.-Necesito la ayuda de alguien que sepa empuñar un arco y que lo dispare por mi.-dijo de forma débil, igualmente cansado que la primera vez que habló y a cada palabra parecía que se le iba el alma.

La dama se preguntaba miles de cosas sobre la situación de ese anciano y la desconfianza se hizo con ella unos instantes pero el anciano le aseguró que nadie mas había en los alrededores, que si alguien los quisiera atrapar entonces él los habría oído. A pesar de las pruebas aportadas y con la mosca detrás de la oreja la dama de dulce voz se ofreció no encantada pero si deforma altamente voluntariosa a la ayuda del anciano.

-En que se le puede ayudar, señor?- preguntó de forma muy cortes la dama. 

-Soy como puedes ver, un anciano viejo y que además es ciego-Por toda prueba el anciano levanto la vista y efectivamente los ojos de este hombre estaban completamente blancos. No podía ver nada, nada en lo mas absoluto y en su interior el hombre pensaba en lo duro que era hablar con una dama de tan bella voz y no poder ver su rostro. La tristeza se hizo con el por un momento acuciada no por la no contemplación de la dama sino también por lo desesperado de su situación. Tras un par de lentas y dificultosas respiraciones el anciano siguió su relato sin ser interrumpida en ningún momento por al dama.-En mi pueblo vive un señor de la guerra, que hace unos juicios realmente injustos y sentencia con fianzas realmente escandalosas a los que incurren algún tipo de delito. De mi se puede decir que yo tenía una nieta por la que este señor de la guerra se sintió enamorado, y la quiso hacer suya. mandó a sus hombres a raptar a mi nieta y del sencillo acontecimiento de ponerme en medio como pude, fui apaleado y acusado de obstruir a la justicia que rige en el lugar del que procedo. Sin embargo este hombre malvado me dijo que no me ejecutaría a mi y al resto de los que somos la familia de mi nieta si yo acertaba con una flecha a la manzana que hay ahí. -el anciano señalo de forma claramente desajustada a un manzano que se encontraba en una pequeña porción de tierra entre las dos orillas del río. De este manzano colgaba una única manzana de color dorado, todo un capricho de la naturaleza-He de lanzar una flecha con una cuerda a la manzana y traerla hasta aquí. Sin embargo... 

-Usted es ciego. -Dijo tajante la mujer, enervada por la cantidad de injusticia en tan poco tempo que había llegado a sus oídos. Ella no soportaba ver al débil sufrir por los abusos de otros que eran mas fueres y con mas poder. Las palabras salieron frías de su boca pero el anciano lo desestimó por razones que no se darán de momento.-Ha de alcanzar de un disparo esa manzana dorada por obra propia? podría ir yo misma, subir al árbol y traerse, pinchar la manzana en la flecha y metérsela por cierto sitio a ese señor de la guerra. 

Pero el anciano le explicó que ese árbol estaba protegido por magia negra y por criaturas malignas de las aguas, que los nigromantes al servicio de ese poderoso señor de la guerra habían mentido de por medio. Solamente quedaba la opción de disparar la flecha. Las posibilidades de que el anciano acertara eran nulas debido a una distancia bastante respetable hasta para arqueros experimentados. Rápidamente también explico que es manzana habría de estar pinchada perfectamente para ser arrastrada hasta la posición del anciano. Entonces pensó la mujer 

-Yo podría disparar. Solamente tenemos el problema del viento y no parece que se vaya a calmar en todo el día. -Con sorpresa el anciano sonreía y solamente se pudo escuchar de sus labios un quedo y bajo ´´eso no es problema, yo me encargo del viento. Este anciano le tendió el arco y se quedó sentado en el tronco. El disparo debía de ser desde esa posición pues era donde menos árboles de por medio había. Esa era quizás la única ventaja. La mujer puso la flecha en la cuerda  y apunto hacia el árbol con la manzana dorada. El viento era ensordecedor en ese momento, como si el destino se aliara con la desdicha para hacer la empresa de la salvación de una familia imposible a ese anciano viejo. 

-Apunta... -dijo débilmente el anciano, cansado y siendo fustigado por un viento feroz al igual que la dama.-mas alto... oigo al viento conspirar para bajar en arreciada descendente... lo hará ahora... ya -Y dicho y hecho el viento aplasto los cabellos de al joven y bella dama de una forma casi cruel pero al dama s mantuvo firme confiándose a las palabras del viejo. la joven elevó mas el arco.-Espera a que la cigarra se quite de en medio...la estoy oyendo de una forma escandalosamente cercana. ignoro la distancia.-Pero efectivamente la cigarra que había rondado por alrededor de la manzana se puso entre la manzana y la flecha.

La tensión de los brazos se hizo mas que notoria para la dama pero la juventud le dotaba d una resistencia mas que sobrehumanas a los ojos del anciano. O bueno a lo que sus sentidos le hacían entender de como se desarrollaba todo el entorno en miles de metros a la redonda. Sus pies estaba siento testigos de las vibraciones producidas por miles de hormigas que se encontraban mucho mas al norte. Sus oídos estaban atentos al zumbido de una mosca y al soniquete de la cigarra, a la cual esperaba ansioso a que se apartara. También escuchaba los planes del viento, que sentía en su piel, erizada por el frío. La chica y el anciano esperaron, una a la orden y el otro a que los vientos callaran para pensar.


-Gracias por ayudarme... AHORA NIÑA DISPARA AHORA -Gritó el anciano como pudo


Cuando la orden se hizo oír, justo en ese momento la cigarra salía disparada para atender a unas plantas que tenía pendientes por explorar y al chica disparó con toda la tensión de la cuerda puesta en juego así como la propia estructura del arco. La flecha salió disparada y con una velocidad y emitiendo un silbido casi ensordecedor para los delicados oídos del anciano que fueron tapadas por una manos apergaminadas. la felcha voló y voló pero el viento soló de nuevo para desviar su curso. 


Craso error ya que volvió a soplar en descendente y la dama nunca bajó el alza del arco por lo que la flecha alcanzó su objetivo y la dama fue salvadora de toda una familia. 


Dedicado a una francotiradora de vista excepcional que se echa a perder estudiando derecho 

sábado, 6 de agosto de 2011

La batalla

Una flauta dulce suena en la lejanía de los prados mas verdes jamás imaginados, un precedente de una de las grandes avanzadillas de tropas que se pueda imaginar. De las nubes surgieron los ángeles y con ellos iban los serafines y los querubines en apoyo a sus camaradas por la gracia del Señor que a ese lugar los había mandado. Las alas estaban repletas de plumas cargadas con amor y la misericordia. De sus ojos se podían traslucir la pena que sentían por sus enemigos a los que se verían obligados a combatir. Los mas bellos de todos pisaron primeramente la tierra de esa batalla y en nada estaba el mundo plagado de la luz, del amor y de la bondad. De los bosques surgieron las criaturas que lo habitaban. Verdaderas formaciones coordinadas de patos de las lagunas y lagos en su clásica formación en V. Los pájaros cantaban las alabanzas en su idioma casi tan misterioso como bello. De las nubes también surgieron los halcones que miraban mas allá de toda distancia imaginable en busca de esos enemigos que estaban repletos de maldad. En una mirada de dolor el mas bello de todos los ángeles que puso a la cabeza de todo ese batallón de la esperanza que quería el bien supremo y la felicidad de sus protegidos por encima de todo. A sus oídos llegaba la agonía de tantas almas que en esa tierra estaban padeciendo tantos males que ni los siervos mas poderosos de Dios podían hacer nada, y así decidían los poderosos las guerras. De todas partes venían aquellas entidades que pudieran luchar por la preservación de la vida. Solamente aquellos que pertenecían a otros extractos de la realidad podían oír con claridad el lenguaje del agua que las náyades se cantaban unas a otras lo que hacer, lo que buscar o lo que lograr para poder estar a salvo en las mas puras aguas de la creación jamás habidas y por haber. Por entre los árboles el sonido del viento camuflaba el idioma susurrante de las dríadas que abrazaban en su apasionado fervor las ramas de los árboles a la zaga de los que quisieran destruir a sus amados bosques. Por entre ellas toda la inteligencia de ingenieros de la naturaleza, siendo los principales representantes los insectos y los topos, se preparaban para la .guerra subterránea. Las campanas de la gloria sonaban desde todas las partes del mundo y en aquel momento llegaron los grandes mamíferos a prestar una fuerza de avance jamás conseguida ni por los mas expertos generales humanos. Avanzaban lentos pero con una determinación que sobrecogía el alma al ver tremenda fuente de poder acercarse imparable avanzando y destrozando casi todo, mas les seguían preventivamente una legión de seres en cuyas manos estaba la misión de restaurar todo aquello que la naturaleza en su avance destrozaba. Los buenos espíritus de la naturaleza daban vida a todo aquello que quedaba sepultado y reparaban los daños que los grandes paquidermos, caballos, rinocerontes, osos, venados, ciervos y miles de criaturas mas dejaban a su paso. Iban bailando de forma animada los elfos, que en toda su altanería para unos y elegancia para otros dejaban ver de lo que eran capaces con una música y una espada adecuadas para la situación. Iban ataviados con sus vestiduras ligeras, las armaduras a sus ojos solamente aportaban una torpeza que no les serviría de nada, y morir a pecho descubierto era para ellos recibir la invitación a Allende los Mares. Así es como a la flauta dulce de la avanzada aliada le siguieron los tambores y las trompas de los grandes clanes que desde las montañas avanzaban por los caminos mas pedregosos para unirse a sus aliados. De las majestuosas montañas salieron los clanes de mineros enanos, la gente mas recia en combate que se pueda encontrar los enemigos de su causa o quizás los ladrones que tengan el descaro de robar un mísero diamante a un enano. Con un estilo musical mucho mas diferente del elfo, los enanos a pesar de su tamaño resultaban imponentes avanzando hacia la posición de la defensa, con todos sus miembros útiles para el combate dispuestos a morir. Sus verbas no eran las mas educadas y menos cuando lo decían con esa fuerte pronunciación digna de los pueblos del este. Entre las manos llevaban sus legendarios martillos y los picos con los que extraer los minerales y las almas de los enemigos. Los elfos los recibieron casi como si de hermanos de la misma raza se trataran, algo que para la situación fue de lo mas sorprendente e inesperado. Ese día, todo aquel que buscara la vida eterna de bien y de bondad, enterraron las diferencias para poder hacerse un hueco lleno de bienestar una vez pasada la estancia en ese mundo. Y en los cielos, las alas y las voces de los ángeles se elevaban por todo el mundo para poder despertar una esperanza de vida en la situación acuciante que los embargaba de pena y sufrimiento. Las proclamas por la libertad y la justicia se lanzaban en toda una multitud de notas, cantos, gritos, risas, rimas no muy educadas y susurros, cantarinas y melodiosas entonaciones en himnos que solamente podían exaltar el alma. Y las viejas rencillas se olvidaron y las hermandades surgieron mas allá de toda probabilidad. Los chamanes en sus trances estaban con sus ceremonias de protección de la madre Gaia y algunas entidades del mas allá se presentaron como espectadoras a una batalla que no podría tener nombre pues cualquier nombre no describiría la belleza de ese momento. Los llamados constantes a la madre naturaleza dieron los frutos y toda una legión de animales acudieron. A las criaturas vivas presentes acudieron las termitas, las langostas, las abejas, las ranas así como también leones, tigres, pumas, demonios de Tasmania. Todo un despliegue de tropas que jamás se había visto y aun mas raro era ver a los leones ordenados en una fila perfecta alternándose con los lobos. Los rugidos se hicieron patentes y los aullidos se unieron a estos en la señal de una alianza por la causa de la vida. 


De pronto algo sacudió la tierra y las almas de todos esos combatientes, dejando miedo y angustia en sus corazones. Aquí se hizo patente la habilidad de los lideres de escuadrón, mariscales de campo, capitanes y generales de las civilizaciones mas avanzadas y la capacidad de cohesión e instinto de los seres con menos capacidades intelectuales. la tierra fue herida con una brecha de la que inmediatamente empezó a manar no solamente una lengua de fuego sino también el aroma nauseabundo del mal. Ahí se comenzaban a vislumbrar a los primeros demonios con todas sus legiones. y no venían solos, les acompañaban no solamente demonios menores sino también otras criaturas que daban lugar a los terrores mas antiguos. Los vampiros llegaron con toda su prepotencia, creyendo ser amos del mundo y siéndolo quizás pero no sin problemas. Sus ojos estaban puestos en el sueño de obtener mas gloria y sangre con la que saciar sus sedes de ambición y dolor. Prestos se dispusieron a formar alianza con los demonios que se encontraban en un gran caos de alianzas oportunistas y planes retorcidos de importancia propia. iban con sus mujeres, esposas y amantes, que sencillamente harían lo posible por cobrarse el mayor numero de vidas posible. La destrucción era lo que buscaban. La música que acompañaba a los contrincantes del bien eran los lamentos de las banshees, almas en pena de mujeres que habían perdido a sus amados en la guerra y que contagiaban el dolor convirtiendo a las mujeres en damas tristes por toda la eternidad. También se escuchaban los alaridos enloquecidos de los gorros rojos que solamente buscaban la sangre con la que dar lustre a sus afamadas prendas de vestir que lucían en la cabeza con todo descaro y sadismo. Perdidos y entregados a danzas prohibidas y lascivas se encontraban los súcubos junto a sus oportunos aliados lo íncubos, con sus cuerpos prácticamente al descubierto, expuestos para hacer caer la determinación de sus víctima y alimentarse de su vigor y su determinación de muchas y ardientes maneras. Y liderando aquello estaba Lucifer junto a Astaroth, liderando cada uno sus legiones de seguidores cautivados por tratos que solamente los benefician a ellos. Dispersos en esa caótica formación se encontraban demonios afamados y difamados como Amdusias, Gran Duque de los infiernos , con su cuerpo de hombre, sus manos de dragón y su cabeza de caballo cornudo. Cerca de este se encontraba Forneus que con sus veintinueve legiones comandaba el rango de Gran marques de los infiernos y en cuyas manos estaba las artes de la retórica y los idiomas y su imponente cuerpo de monstruo marino era toda una ventaja táctica para inspirar el mas abierto miedo en sus contrincantes. A estos dos les seguía otros grandes conocidos como Eligos con sus sesenta legiones, descubridor del futuro y de todo lo oculto, Pruslas , ayudante de Astaroth, promotor de discordias, guerras, contiendas y mandando veintiseis legiones de subalternos demoníacos. Los otros dos ayudantes de Astaroth también estaban presentes, Aamon a la derecha de su amo y señor y Barbatos a la izquierda.Toda una larga lista de grandes potencias demoníacas seguía y el terror era nimio en comparación a lo que toda esa conjunción de males podía casar en la tierra. Pareciera que había tantos demonios como estrellas en los cielos... 


Sin embargo faltaba alguien por presentarse. 


Los humanos se presentaron en filas ordenadas cuando venían de un país que fuera rico y desarrollado militarmente, o en grandes hordas de babeantes y descuidados guerreros, enloquecidas por las ansias de sangre cuando su procedencia era mas inculta o diríase ignorante. nadie previó eso, es posible que ni siquiera Eligos lo viera venir pero lo cierto fue que la sorpresa mayor vino cuando unos ejércitos formaban entre los elfos y los enanos y otros entre los demonios y las banshees. Sin duda eso era un aliciente mas a desequilibrar la balanza. 

miércoles, 3 de agosto de 2011

Carta a una amiga

Querida amiga: 

Hoy te observo , estoy muy cerca de ti observando tu cuerpo que pronto será cálidamente envuelto por mis brazos y antes de ellos por mi mirada, pero sin ninguna intención de resultar suciamente pervertido para con tu persona. No, solamente cumplía la parte de mi trato, y sería bello que ese día llegara aunque también triste, pues matarte es una empresa que solamente tiene un camino. De todas formas la escena en mi mente está mejor que visualizada es como si pudiera directamente aspirar el aroma que emana de tu cuello invitando a ser degustado con toda la profesionalidad que me caracteriza. No espero seducción de ningún tipo solamente espero poder ser lo suficientemente bueno en tal tarea como para poder causarte ni la milésima parte del dolor que supone morderte. Voy a rodear tu cuerpo y no me regodearé en tus bellas formas descuida, mi respeto por ti es demasiado, el aprecio es suficiente y la caballerosidad está mas que asegurada por mi parte. En mi radica el hacerte sentir segura de que es esto lo que deseas y que poco a poco iré sintiendo la acogida por parte de tus brazos. No temas abrazarme con fuerza, resistiré lo que me echen y por ti lo que haga falta. Cuantas veces me has escuchado y cuantas veces he limpiado tus lágrimas de dolor. Aunque de todas formas no concibo la situación que de pie a que yo tenga que terminar de forma elegante con tu vida. sin embargo no lo achacaré a suicidio alguno, sencillamente somos dos amigos que se cobran un favor mutuo. Cierto es que la idea del sabor de tu sangre es turbador cuanto menos y que tendré que luchar contra todos los instintos animales del mundo pero lo cierto es que te guardo un aprecio que no sería capaz de entender nadie en esta vida. Quizás en el tiempo que tardes en llegar a esta parte de la carta tu ya estarías relajada, tranquila, aceptando lo inevitable pero quizás sí que lo podrías evitar, si tus órdenes de parar son claras inmediatamente me separaría, renunciaría a saciar mi sede solamente por el aprecio y el cariño que te tengo. Mis instintos lucharían contra mi cordura pero por esta noble empresa sacrificaría toda mi integridad su con ello logramos una sonrisa en tu bello rostro. Trataría de que todo resultara a tus ojos y a tu mente dulce, tierno, caballeroso, y quizás aunque extraño, perfectamente plausible partiendo de la mente de este pobre diablo enamorado del amor y de la sangre que corre por las venas de alguna que otra dama con la que si que no tendría la mas mínima compasión. Sin embargo tu eres especial, de tu interior emana toda una fuente de sensaciones y de aspectos que podrían captar la atención de alguien mas que un sencillo humano. Ha de sonreírte el amor por supuesto, de manos de alguien que te respete hasta los puntos que yo soy capaz de establecer e incluso mas allá. Es quizás tu calidez y tu alegría no exagerada la que me hace llevar a cabo tal empresa en algún día lejano. Volviendo al tema, se que tu sangre debe de ser realmente exquisita, no se la des a probar a cualquiera por favor, fíate de los expertos que solemos matizar los sabores con metáforas poéticas de todo tipo. Confieso que no se podría evitar cierto romanticismo en mi mente pero descuida se que sería quizás una despedida y lo haría con el amor que le guardo a ese sagrado momento que es el degustar la sangre de una dama, y mas si es una dama como tu que pocas hay por no decir que cada mujer en este mundo es única porque no existen dos sensaciones iguales por parte de dos mujeres diferentes. Sin mas que decir me despido esperando que No tengas que leer esto mientras bebo tu elixir de la vida, ya que quizás nunca llegues a terminarla. 

lunes, 1 de agosto de 2011

El hijo caido

De un cielo azul una figura alada se perfilaba contra el horizonte. Con rumbo incierto, pero una misión ciertamente peculiar. Con un batir de alas tras otro el ser alado, un ángel, se dejó caer revelando unas heridas que casi podrías ser consideradas mortales. quizás en sus últimos momentos de vida por su pensamiento solamente pasaban las imágenes de lo que había sucedido. Los gritos, las lagrimas y la muerte de tanto inocente corazón en medio de aquel asedio a todo lo que era buena y puro. Ahora estaba buscando a la que le había depositado ahí y se dejó caer desde varias decenas de metros hasta los pies de un árbol milenario. Con unos patéticos movimientos el ángel se acerco a su madre, a su creadora y mira a las ramas como el enfermo mira enfermo a un sanador o el pobre que mira con desespero a un hombre lleno de riquezas. en nada dependía de la madre Gaia, solamente en esos momentos en los que veía la situación desesperada. la respuesta de ella fue protectora, como una buena entidad creadora de vida, nunca destructora de ella. En lentos movimientos las ramas se abrazaron a ese ángel caído en la batalla y las sensaciones de preocupación que toda madre experimento empezaron a notarse. a lo largo de todo el mundo los animales estaban agitados y no sabían los dueños porqué, y los animales salvajes estaban refugiados en sus guaridas, los depredadores quietos, dejando huir a sus presas esperando un veredicto final de lo que pudiera pasar. 

-Madre, oh madre, no se si vaya a morir en estos momentos. He hecho lo que me pediste, pero no sabía que sería una empresa tan arriesgada, me siento totalmente destruido. Fui a por el amor como me ordenaste, creí encontrarlo pero ella...- un momento de silencio para que el hijo de Gaia vomitara algo de sangre sobre las ramas de su propia madre. Por primera vez la creadora de vida sintió ira y todas las criaturas menos el ser humano sintieron miedo, un miedo constrictor del alma y la voluntad.  El hijo de la Diosa madre continuó ante esas preguntas que no necesitan palabras para decirse.- Fue todo un engaño, no se porque pero siento que no ha servido de nada todo esto. Si los humanos enamorados sufren así entonces es que no los entiendo. Dios madre ha sido tan doloroso. Ella se fue. Se fue a los brazos de otro y no supe mas, nunca mas habló para mí, ni me dedicó sus sonrisas. No puedo creer que ella se fuera... que se fuera así cuando yo estaba esperándola para amarla. Nunca he pecado, de ello lo juro, solamente amado. No quiero que nadie mas sufra como yo lo he hecho, quiero salvar a la raza humana que también hace cosas buenas pero nunca los voy a comprender. Tanto dolor...- De nuevo una interrupción para una tos sanguinolenta mientras una mano pálida apartaba la sangre que le salia del pecho- Me enamoré y ella se fué.-Ante esto todo animal que se preciara rugió y se exalto ante una ira ancestral que se estaba reconcentrando desde hacía eones por las malas acciones de todos aquellos que la atacaban a ella y a sus creaciones. los ríos empezaron a subir su nivel de agua y los mares empezaron a reolverse-pero... 

Un silencio se hizo de nuevo en el planeta. En el lugar en el que se encontraban la madre y el hijo se produjo un acercamiento de los animales. Todos los que habitaban ese bosque se acercaron mientras los halcones y todas las criaturas voladoras menos el ángel patrullaban a la zaga de cualquier intruso no invitado a esa conversación. Lejos de ahí una manada de lobos se acercaba a un pueblo y los animales de un zoo se ponían cada vez mas nerviosos mientras halcones, águilas, serpientes, empezaban a recorrer el planeta en busca de una venganza. 

-...no quiero que le pase nada a ella ni a nadie...- Un silencio, un parón del tiempo que sencillamente no podía ser comprendido por ningún humano ni por ningún ser racional. El ángel estaba pensando que decir, ya que ese silencio no podía ser bueno para el destino del mundo así que continuó.-Madre quiero contarte que me han hablado de algo, no de alguien sino de algo que es poderoso. Una persona me habló de él antes de encontrarla a ella. lo desestimé, ya que parecía tan o mas poderoso que tu y yo juntos. Pero quiero que sepas que su nombre es Karma. Nada le puede detener a la hora de castigar las malas acciones. Solamente pueden detenerlo aquellos que hacen cosas buenas, y lo detienen no por propia voluntad sino porque al ser buenas personas el Karma les recompensa de una forma u otra. No tiene hijos el Karma por lo cual no se le puede chantajear de ninguna forma ya que tampoco tiene ambiciones solamente actua de forma justa en todo momento.-Los animales estaban atentos a cualquier señal u orden de su verdadera madre. -Solamente quiero que las cosas pasen como tengan que pasar...además...-Con un esfuerzo y casi un rugido de dolor., voluntad y fuerza, el ángel se depositó a si mismo en tierra y con un esfuerzo sobrehumano se puso en pié, imponente con toda la sangre cayendo por la herida de un pecho que poco a poco se iba cerrando.-El tiempo lo cura todo.-Y sonriendo un poco se desvaneció y fue arropado en hojas de sauce y bambú para que descansara. hasta estar recuperado. 

Lejos de ahí un macho alfa susurraba en el idioma de las bestias. 

-Que suerte habéis tenido miserables humanos...que suerte habéis tenido.