miércoles, 24 de agosto de 2011

El asesino de mentirosos y la diplomática

Con sus ojos todo lo decía. Una mirada llena de luz que estaba siempre iluminando los corazones de todos cuanto le rodeaban, que captaba atenciones indeseadas unas veces y benevolentes otras. Cada vez que sus ojos se posaban en el mundo una verdad le era revelada a este y el mundo respiraba de forma tranquila y a la vez tensa ya que su presencia era motivo de turbación para mas de un hombre que se cruzara en su camino. Con su presencia se instalaba la tranquilidad y al autoridad en los corazones de los hombres y mujeres que centraban su atención en ella y cada vez que su caminar recorría el mundo, mas de una idea se instalaba en la mente de algún que otro valiente estúpido de poder tenerla entre sus brazos. Pero sus formas le hacían prácticamente invulnerable a cualquier forma de seducción que pudiera aplicar en los tiempos aquellos cualquier caballero de quinta categoría. Lo que ella buscaba era una paz duradera entre las personas a las que sus pasos llevaban de aquí para allá. Era fácil verla venir ya que todo en ella atestiguaba una exquisita educación y un saber estar absolutamente envidiable por parte de los grandes expertos en protocolo. Su rubio cabello siempre hondeando al viento y su ligera sonrisa acompañada de su educación, por no mencionar su cuerpo que resultaba discretamente llamativo, eran los alicientes para que en sus viajes mas de una trato fuera cerrado con éxito entre dos hermandades rivales, entre dos grupos enemigos. Volviendo al asunto de sus ojos, estos veían la verdad mas absoluta en la mas grande o mas banal mentira, Y eso le había granjeado unas excelentes oportunidades para poder causar una buena disposición o para saltar esas trampas que le habían tendido a otros a lo largo de los años, con todo tipo de engaños, de falsas promesas, de limitaciones de todo tipo. Ella era capaz de ver la mentira fuera del tipo que fuera. Cada día era enfrentarse a un mundo en el que las mentiras, las falacias, los engaños, estaban a la orden del día y ella luchaba contra eso de forma constante. Sus pasos fueron evolucionando y entonces llegó ese bien día. 


Caminando por una estepa en lejanas tierras a su hogar, unos atacantes inesperados fueron a dar con ella,sin duda movidos por el ansia de saciar placeres prohibidos o quizás de mancillar la aparente pureza de ese cuerpo.  lo mejor querían matar por el mero placer de matar, y es que este mundo está abarrotado de personas y de criaturas oscuras, que hacen lo indecible por obtener un poco de placer o dolor de las personas ajenas. En estas situaciones ella podría plantar cara o salir corriendo ante la desventaja numérica pero antes de la toma de cualquier decisión sus enemigos fueron mas rápidos y los primeros golpes con ánimo de subyugarla cayeron sobre su perfecto y pálido rostro. Los asesinos se cebaron en ella pero la dama no era lenta en reflejos y pudo al menos devolver un par de golpes antes de que unas manos fuertes aferrasen su anatomía paralizando su cuerpo de una forma mordaz, tenaz y cruel, sin importar que se causara dolor a esa criatura tan bella, capaz de cautivar con una formalidad envidiable al mas duro y sádico de los tiranos. En los instantes finales a su vida, o al menos eso creería cualquiera que presenciara la batalla de tan desiguales condiciones, una sombra negra surgió de una nada que era mas bien un sencillo bosque que estaba lindando con las posesiones territoriales de una criatura de leyenda, de una bestia mítica que era realidad en ese mundo lleno de una magia quizás imposible. No parecía mucho mas igualada el enfrentamiento de dos contra un montón pero lo cierto era que el nuevo integrante de la batalla tenía ese currículum vitae que causaba la inspiración del miedo mas profundo en esa zona y quien sabe si en todo el mundo. Viéndose solamente un pelaje negro como la misma noche de aquel lejano año que el había visto nacer y dos ojos de un rojo intenso como la sangre, una terrible criatura asaltó a los asesinos y a los canallas que habían apresado a tan magna y bella dama, dadora de gentiles caricias y de dulces sonrisas. En la mente de la monstruosa criatura ahora solo estaba la idea de matar, de dar algo de leña al fuego que alimentaba una ser aun mas terrible que él mismo. Un diablo, literalmente, colmaba de sensaciones de todo tipo y de susurros tentadoras de mas tipos aun la mente y el cuerpo de ese ser arrepentido pero a la vez orgulloso de su perfil psicológico. la ora movía en ese momento cada uno de sus músculos y las zarpas se hicieron con el control de la batalla durante unos instantes aunque por obra de las casualidades lo único que acertó a hacer dentro de una marco legal mas que dudoso fue agarrar con sendas mandíbulas el cuerpo de la mujer y lanzarla por los aires hasta que esta penetrara en sus dominios, para la mala suerte del que la tenía sujeta que también entró a las bravas y pensó por un segundo que podría escapar. Craso error...


Tras unos instantes de dolor para el asaltante, su cuerpo ardiendo en medio de una tormenta se fue consmiendo y los ojos rojos de un monstruo se cruzaron con los ojos rojos de una dama. la ira contra la calma, el lobo contra la dama, quizás y solo quizás, la misantropía contra el amor. 

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