miércoles, 14 de diciembre de 2016

Pensamiento de Escritor 25: "Asclepio"

Mi padre ha muerto. Cualquier otra realidad es inviable en estos momentos con respecto a el. Su vida pasada son recuerdos en sus seres queridos y en quienes le conocíamos, para bien y para mal. Se me ocurren muchas comparaciones con respecto a su carácter, personalidad, virtudes, defectos y un largo etcétera. Aun así decir que el hecho de morir tranquilo, sin sufrimiento fue algo realmente consolador para quienes estuvimos compartiendo el día a día con el durante las últimas casi tres décadas de su vida. Esto que escribo será una contradictoria "subjetividad objetiva", pues fue ayer la cremación y hace ya tres días de su muerte y tengo muchas cosas dentro, por lo que trataré de ordenarlo todo un poco e ir soltándolo. 

Temporalmente solo puedo decir que estaba viendo unas cosas en Internet cuando de repente mi madre recibió una llamada de Caser, el geriátrico donde se encontraba mi padre desde hacia ya tres años. Al parecer la enfermera que se encargaba de echarle una pomada para la irritación que tenía alrededor del ojo lo vio realmente mal y su instinto y capacidad profesional ya le hizo pedir una ambulancia para llevarlo a urgencias. En este tipo de situaciones yo reaccionaba ante la noticia de forma pasiva, pero ese día no, ese día había algo distinto en la voz de mi madre, en su cara. No había tensión, había tristeza y un agobio pocas veces visto. No lo pensé y en seguida yo también fui a ver que sucedía. Llegamos antes que la ambulancia y se nos comunicó que estaba agonizando. Vi con mis ojos, entre las lágrimas de mi madre como la máquina que indica la actividad cerebral y cardíaca estaba prácticamente plana en sus gráficas. Le vi respirar, con mi mano sobre su cabeza y sobre uno de sus delgadísimos brazos. Giré mi cabeza hacia un lado para mirar una cosa y cuando me di cuenta ya no respiraba. Se había ido.

Mi madre estaba destrozada y llamé a Tita Ana, a la que muchos de los que lean esto seguramente ya conozcan de aventuras y desventuras anteriores. Se echó a llorar al momento de decírselo y vino desde la aldea muy bien acompañada. Mi madre y ella se abrazaron, lloraron largo rato y yo hice lo que pude por tratar de darles al menos mi presencia como apoyo, pues en estos momentos trágicos lo importante siempre es dejar que la persona llore, que se desahogue. Eso de que los hombres no lloramos es una estupidez, pero sinceramente a mi aun no me ha nacido el llorar, no se si porque yo anticipaba esto y lo tenía ya aceptado o que podría pasar pero desde luego tengo motivos para llorar y sin embargo no lo hago. Me acojo a la frase mas repetida de la gente cuando les comunico este dato: "ya llorarás". Se que voy a llorar en algún momento, eso está claro, mi único temor es como será y cuando y sobretodo que espero no hacer o decir ninguna estupidez en el proceso. Paranoias mías, no le hagan mucho caso a esto último. 

Los mensajes y llamadas de condolencia no tardaron en venir. La Musa y mi querida Alfonsina, desde México, que organizó u organizará en tan bello  país una misa por mi padre. prestaron sus manos y capacidades varias en los campos de la psicología y el espíritu para darnos apoyo. La Musa estuvo pendiente en todo momento como amiga y como psicóloga de todo aquello que yo pudiera necesitar. Deste rincones y ciudades de Venezuela y Argentina también llegó apoyo, buenos deseos para mi y para mi madre. Viejos amigos de España contactaron conmigo para transmitirme su pésame. Desde Caracas hasta Toledo, Desde Buenos Aires hasta Barcelona y alrededores. Los que no pudieron venir por la distancia o los estudios o el trabajo no os sintáis culpables, os tengo en el corazón igualmente y agradezco vuestras buenas intenciones de animarme. Elvira,

Entonces a lo largo de estos tres días empezaron a venir amigos. Se presentaron el "camaratten" Juanjo en primer lugar. Al parecer estaba de fiesta en ese momento y se tomó la molestia de presentarse ahí a las tantas sin avisar ni nada. Nunca le estaré mas agradecido. Al día siguiente vinieron prácticamente todos mis amigos del grupo de TS. Berhto con su discreción y respetuosa distancia, pero solícito a cualquier petición y Raquel, la viva imagen del consuelo y la cercanía mas absolutas,pendiente aun a día de hoy de que yo esté bien y preocupándose por mi estado, La bella, bajita y encantadora Mery (me encantó el color de su pelo), novia del tranquilo, reposado y lógico Alvaro alias "Stillich", el mejor scripter del mundo, Bruno alias "Maglor" que ya está en nuestros corazones por cierta anécdota y al que admito que casi le mando dar mas de un testarazo en ciertas situaciones pero solo hice uso de sus servicios como amigo y apoyo moral. Vino Johny, "Nakass" para nuestro particular círculo de frikis, mucho mas silencioso y que fue toda una alegría de ver para mi madre (todos lo fueron pero él tiene mas veteranía). Y hubo visitas inesperadas. Brais, antiguo diamante 3, una de las mas grandes personas que he conocido con un profundo mundo interior que merece ser conocido. Y las dos sorpresas de esa noche: Lamela y Anxo, alias Silvanov". El primero, por deferencia a mi persona, apartó un poco los vaciles habituales (siempre desde un inicial buen rollo) y trató de sacarme una sonrisa, la cual consiguió, acompañada de carcajadas y todo en ciertos puntos. Puede que acepte su invitación de ir a una casa "okupada" y todo, "por echarme unas risas". Anxo, el bueno y bajito de Anxo, qie me recuerda a un personaje histórico pero aun no recuerdo quien exactamente, se mostró realmente cercano, preguntando o hablando siempre desde un respeto casi reverencial. Que bien me cae y que mono es, por Dios. Todos ellos protagonizaron momentos encantadores y de gran motivo de sonrisa para mi, destacando cierta charla entre la encantadora Raquel y la bella Cristina, las cuales congeniaron desde el principio y no paraban de reír ante ciertos actos que se reproducían de forma casi constante en el lugar.Desde Santiago, Mario me consoló y me aconsejó, me dio su punto de vista con respecto a la muerte y el luto y ciertamente lo comparto. Es muy sabio en ese aspecto. No nos olvidemos tampoco de Santi "Tzaren", que también brindó un gran apoyo A ellos, desde mas lejos, se les unieron en la distancia, a través de sus mensajes los buenos de Cristian "Naes", Josep "Darak" y Sergi "Reedek".

A las pocas horas de marcharse este primer grupo de grandes amigos vino un segundo grupo. Mi querida, inteligente, bella, respetuosa y educada Inés, con la que daré un paseo en pocos días, a la cual nunca le podré agradecer lo suficiente su apoyo y predisposición trajo consigo a unos amigos del instituto de Adormideras. Con ella iban el siempre silencioso y discreto Brais, "Kaly" para los amigos. Admito que su presencia me sorprendió en verdad. Fue un golpe bastante grande en el buen sentido de la palabra. También el bueno de Sergio, alias "Chechu", que al fin tiene el pelo largo y le queda estupendamente (está soltero, chicas), mucho mejor que a mi y que a cualquiera, dotado de esa tranquilidad que desquiciaba a cierta profesora de arte al parecer pero que a mi siempre me aportó un gran equilibrio interior y siempre me hizo sonreír la participación y continuación en mis ocurrencias. Carlos "Cuqui", con su perilla y palabras lograron animarme, hacerme sonreír, al igual que todos los anteriores y los que siguen. Y se contó con la presencia de la teatral, sonriente,bella y dramática (estudia Teatro) Teresa, la Sarah Bernhardt de Coruña, la cual me permitió el honor de besar su mano, como corresponde la tradición en el trato a las damas de elegante porte y distinguida figura. En últimas instancias se nos unió el hermano de la bella Inés, al cual también le quiero agradecer desde aquí su presencia aunque solo hubieramos hablado un par de veces. 

El día siguiente fue el dia mas triste de todos, pues era ese momento que tan nervioso me estaba poniendo pero conté de nuevo con mas visitas de amigos. Vinieron la bella Cris y los insignes Juanjo, Maikel y Juancho, que en todo momento estuvieron a mi lado sin separarse un milímetro de mi. Durante los días previos conté con la presencia de Marisa, Eva y su hija Noe. Marisa me ganó con su expresividad y constante atención, Eva con su presencia y apoyo y Noe con su encanto y alegría en medio de la tormenta. También se presentó, durante los tres días, Fabiola, la alegre y racional hija de Tita Ana, a la vual de nuevo le doy las gracias por su presencia. Ana, la antigua camarera y cocinera del Amarante compartió los momentos de luto junto a nosotros junto a Jose, Jose Ramón, el leganrio Piño y un sinfín de personas mas. 

Y entonces una de las dos guindas posibles del pastel. Vino mi mejor amigo, Pablo Otero Rodriguez, que se presentó y se prestó en todo momento a escucharnos, deseándonos por su parte que ahora comenzara una nueva etapa, nos transmitió las condolencias de ese ángel que es su novia, la luminosa Leticia, que no se si es creyente pero Dios la guarde muchos años. Son de las mejores parejas que he visto en mi vida. Me dais envidia, lo reconozco, pero es una envidia sana. 

Aun recuerdo muchas mas cosas pero sinceramente es un auténtico laberinto de emociones, sentimientos, ideas, reflexiones y conclusiones demasiado complejo de recorrer y pasar a palabra escrita. Hubo cosas malas. Hubo cosas terribles, dolor, palabras hirientes, sangrantes, dichas con rabia, sin fundamento. Pero incluso de ahí saco algo bueno y es que me alegro de no ser como esas personas que vinieron a matar nuestro espíritu de lucha llevadas por los motivos que fueran a decir lo que se dijo. Hubo también intentos de chantaje, de imposición de condiciones, se tuvo que tirar todo atrás dos veces en búsqueda del consenso; un consenso que no se logró. La rabia y el sentimiento de injusticia pululaban por ahí cuando miraba a ciertas personas pero esas personas ya no creo que me vean nunca mas ni yo a ellos, así que todos felices y contentos. 

Quisiera darle un agradecimiento especial a Iván, un habitual del Sham Rock, que al parecer, por lo que se me comunicó, invitó a todo el mundo a una ronda de chupitos en honor a mi y a mi padre. Desde aquí le doy las gracias así como una vez mas a la cálida y hempática Alfonsina por esa maravillosa misa desde México. 

Ahora toca momentos de reflexión, de luto, de tristeza, de recordar y que esos recuerdos hagan llorar (aun no he llorado nada, conste) y de par paseos con amigos, verme con los que no vi en estos días y sencillamente seguir adelante.

Y sí, es verdad que no he dicho como era mi padre ni nada, así que solamente voy a decir lo que dije en el libro de formas y que cada uno saque su conclusión:

"Fuiste mi padre y como Asclepio, y no veo mayor motivo de orgullo"

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