sábado, 14 de enero de 2017

Pensamientos de Escritor 26: Pensamientos sueltos.

   Creo que todos los que me conocen desde hace varios años como mínimo, y aquellos que leen de forma regular mi blogg han notado quizás una cierta diversidad de temas que a su vez se engloban en uno solo: la literatura fantástica. Me gusta imaginar, es una de mis mejores habilidades; no soy el mejor del mundo con ella pero sin duda es de mis mejores habilidades. Cuando tengo campo libre surgen los dragones, los demonios, los elfos o el amor. Dejo atrás uno de mis mayores lastres para avanzar en este mundo y una de las herramientas mas útiles para esta etapa tan oscura que estoy viviendo: la razón. Dejo de razonar para sencillamente dejarme llevar por aquello que me dicte lo primero que se me pasa por la cabeza. Siempre hay elementos comunes, como es obvio, y es algo normal, pues muchos elementos se repiten dentro de la narrativa o la creación artística de muchos pintores, escritores, poetas, cantantes, etcétera.

   No tengo muy claro porque estoy escribiendo esto aunque me gustaría felicitar el año a todo el mundo que tenga la amabilidad de leerlo. Pues eso, que feliz año a todos aquellos que me apoyan y espero que sea un buen año para cumplir todas sus metas. Y es que es importante tener metas y sueños. Una de las damas mas bellas y que mas quiero en este mundo me dijo el otro día, bajo una circunstancias realmente mala, que nunca abandone mis sueños, que escriba, que cree todo lo que yo quiera crear. Sin duda es una de las grandes mujeres de mi vida y su llanto me destrozó el corazón. Eso a su vez me lleva a pensar en otras circunstancias que me tienen mas preocupado pero que se relaciona con el principio de esta reflexión. No entiendo como otros escritores, que seguramente lo han pasado peor que yo siguen creando después de una muerte o de una gran herida emocional causada por personas que se quieren.

   Y ahora toca hablar de sentimientos. Nunca me he sentido tan temeroso y al mismo tiempo receptivo a los sentimientos y las emociones. Pareciera que ahora todo lo relacionado con el corazón se intoxica en seguida y la persona no lo sabe llevar a cabo de forma "normal". Veo a mucha gente que no se enamora porque según ellos no tienen tiempo, tienes cosas mas importantes que hacer, como una carrera universitaria o un FP o lo que sea. Y yo escucho eso y me pregunto que si tan organizada eres como persona, en tu campo profesional, si tan claras tienes tus metas pues oye ¿Por que no el amor? Pero a su vez los entiendo pero les compadezco porque tengo la idea de que un día a al menos una de esas personas les va a llegar el amor, lo van a ver pasar porque "tienen cosas mejores que hacer". Es algo que no me cabe en la cabeza.

   Por otro lado (ya no se cuantos lados tiene este laberinto de pensamientos) Me acabo de dar cuenta de una cosa a raiz de cierta anécdota que me contó una buena amiga, y es que hay que gente que, en efecto, hay gente que con el amor se distrae del todo, olvida ose desvía del camino y si la otra persona implicada es sabia le recordará que tiene su apoyo pero no tiene porque ir a buscarle cuando tiene cosas mas urgentes o planeadas de antemano a nivel profesional. Ahí ya cada uno con su criterio.

   Pero el caso es que siempre he sido un romántico. Por mucho que me empeñe en esconderlo siempre seré un romántico empedernido que a su vez fantasea con desollamientos y esas cosas sí, pero debo de ser el único ser del mundo que no ve nada malo en fantasear con eso, siempre y cuando no dañes a nadie de forma física o emocional. En mi entrada anterior mezclo esos dos conceptos. Mi buen amigo Manuel, con la encantadora Nuria como co-protagonistas de los delirios de su anfitrión, al que le disparan en la nariz (en la realidad la bala habría rebotado pero en fin, licencias), observan como una jauría de demonios destrozan a los perseguidores de estos, que pretendían silenciarlos para siempre por ser testigos de un asesinato. Amor y sangre.

   Otra observación mas es que me contengo a la hora de escribir. Sí, aunque no lo parezca me contengo. Veo la entrada, la repaso por todo lo largo, compruebo cuantas palabras hay en esta página y cuando ya he pasado de las tres mil es cuando me empiezan los sudores fríos, las preguntas ¿No me está quedando muy largo? ¿Estaré metiendo mucha paja sin darme cuenta? ¿Esto podría decirse de otra forma para que no haya tanto que leer?. Y siempre me llega tarde la misma respuesta: ¿que mas da? quien lo lea lo leerá entero porque le gusta lo que lee, quien no lo lea ya leerá algo que le guste y seguirá en entradas futuras o puede releer las que le gustaron anteriormente. Pero cuando se me viene esa idea a la cabeza, ya le di a publicar y simbólicamente eso es un punto sin retorno.

   Otro asunto que me gustaría comentar. Mi buen amigo Mateo, tan alto de estatura como grande de corazón, me dijo: "2016 es el año de las mil rupturas". Al principio no lo tomé en serio hasta que me puse a pensar y recientemente vi a una bella dama que había roto con un buen amigo mio, con el que hace tiempo que no hablo. Una de tantas parejas que parecen hechas la una para la otra y de pronto pof, cortan. Mi mente comenzó entonces a analizar todas las rupturas de este año. Todas realmente sorprendentes. Esto pretendía ser una correlación de hechos y esperanzas pero mejor me callaré pues no quiero ser una mala persona.

   Estoy un poco desconectado del League of Legends, ni siquiera las insistentes y encantadoras palabras de Raquel me convencen para que me una a una partida normal , aunque cierto abuso de la técnica por su parte también ha provocado que yo esté inmunizado (lo siento, querida, es lo que hay). Es un juego que no me canso de jugar, pero que debo dejar a un lado para que pueda reposar mi mente y mi cabeza, para encontrar algo de paz interior. No me gusta en lo que me transformo cuando pierdo o cuando nos encontramos al típico "flammer" o "feeder" que no acepta sus errores. Y esto me lleva a otro punto. No voy a dejar de jugar pero lo haré intermitentemente, hoy cuando publique esto puede que juegue alguna. Si me motivo un poco mas a ver si subo a Oro en esta temporada.

   Algo que mucha gente me ha escuchado decir cuando estamos metidos en una conversación es que las personas cada vez tienen menos sentido de la auto-crítica y casi nunca aceptan sus errores, o están a la que saltan con respecto a comentar ciertas cosas, o comentan cosas que no tengan nada que ver. No me refiero a que hablando de una cosa se les venga una idea distinta y la cuenten. la relación de pensamientos es cosa de cada uno. Me he encontrado con situaciones en las que yo por ejemplo menciono mis gustos musicales y la persona en desacuerdo salta con una estupidez. Es como por ejemplo que yo diga que me gusta Herbert Von Karajan y de pronto alguien salta diciendo que era del partido nazi. ¿Y?, ¿Eso impide que sea una de las grandes referencias de la música clásica?. Y todo el mundo se pone a la defensiva, da por hecho estupideces.

   Terminaré con pequeños detalles que me hacen tener fé en el mundo, o al menos en el mundo que me rodea. Me gusta conversar con la Musa, verla de fiesta de vez en cuando o verla bailar, como la última vez. Siempre me sorprende con sus llamadas un par de veces casi me fastidia un par de partidas pero nunca son mas importantes que las personas así que ella es una prioridad. Las conversaciones con grandes hombres y mujeres,  de las cuales algunas me hacen sentir como en los viejos tiempos, cuando las damas se agarraban del brazo del caballero. Y aunque ser caballero se considera machista, no deja de ser un detalle por parte de ellas y lo agradezco. Me gusta reunirme con mis amigos en el Sham o el Cassel y aunque sea estar yo en silencio, escuchando como poco a poco el alcohol hace su magia, eso ya me aporta mas que mis propios pensamientos en la soledad de mi habitación.

En estos días necesito la compañía de gente mas que nunca.

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