sábado, 17 de marzo de 2012

La creación

La silenciosa quietud de aquel lugar era, al contrario que en cualquier otro sitio invadido por el silencio, un remanso de paz en el que ningún sonido subyacía. Las única trazas de sonido era el de una respiración tranquila que aseguraba una paz interior mas que evidente. En esa basta área que asemejaba el infinito nada parecía fuera de lugar o proclive a crear problemas. Dos ojos se abrieron poco a poco y exploraron el lugar en el que se encontraba un hombre o joven de aspecto descuidado que quizás suponía el único elemento de caos que podría reinar en ese emplazamiento lleno de tranquilidad y paz. La confusión se hacía en su rostro y no sabía como era posible que él estuviera en aquel lugar que pocos merecerían de pisar o habitar pues parecía que no había suelo, la sensación que se transmitía. Aquello parecía el cielo. Mas incluso que el cielo parecía el comienzo de una historia que tuviera pendiente la presencia de un escritor que hiciera de poderoso creador. Pero no porque en sí aquello que su mente imaginara o pudiera tratar de imaginar no se hacía realidad como en aquella historia que había leído en cierta ocasión.


La sensación de estabilidad era algo verdaderamente ambiguo en ese lugar. Se sentía una especie de necesidad de tocar el suelo pero no se podía distinguir en medio de aquella nada. En todo momento algo rozaba la espalda o los pies del recién llegado como si una superficie basta y muy amplia quisiera ayudarle a aposentar el cuerpo en aquel lugar lleno de nada. Que lugar era aquel nadie lo sabía pero aun así transmitía una calma en la que se podía llevar a cabo una verdadera expansión de la mente. Sin necesidad de casi ordenarlo a la mente, dos ojos se cerraron y se dejaron llevar por los pensamientos a través de una realidad paralela en la que esa blancura virgen comenzaba a llenar los sentidos y a multiplicar las capacidades de imaginación junto a mil virtudes mas de todo ese lugar. Una extraña seguridad se hizo en la mente de aquel ser solitario que había sido traído a ese lugar con algún pretexto mas allá de lo que pudiera imaginar una mente mortal como la suya. Los ojos se abrieron y miraron las manos. En su piel se desprendía una especie de claridad mas allá de la palidez ya habitual, una especie de energía que parecía fluir desde su cuerpo hasta ese basto espacio confundiéndose en la distancia con la blancura restante sin embargo el color era algo diferente, como cuando se mezcla un blanco con otro tono de blanco o cualquier color con un tono de ese color ligeramente mas claro u oscuro. Cualquiera que no estuviera ahí y fuera un espectador casual pensaría que esa entidad de extensión infinita estaba fundiéndose con las energías de aquel visitante, un inquilino que quizás no llegaba muy tarde o muy temprano.


El miedo no llenaba el pensamiento de aquel creador de mundos que tantas batallas y hechos luctuosos o eróticos había retratado con palabras desquiciadas o sutilmente medidas en tantas ocasiones. La energía que se desprendía de sus dedos fue poco a poco volviéndose de un tono mas oscuro para después volverse claro, algo que causó verdadera sorpresa en la mirada de ese caballero. Aquellos colores le hicieron pensar en algo y de pronto su espalda chocó contra algo. Aunque la palabra correcta no es chocar, pues ello incluye pensar en hacerse daño, sino que mas bien pareciera que poco a poco lo habían posado sobre una superficie después de trasladar su ya de por si liviano cuerpo en un suelo o algo similar a un suelo, pues no era completamente sólido pero al mismo tiempo afianzaba el peso, fuera el que fuera, y lo sostenía de forma bastante eficiente. Con mucho menos esfuerzo del empleado en ponerse en pie en el mundo ´´real´´ del que fue desterrado sin juicio previo se puso en pie y miró a su alrededor. Algo sostenía sus pies pero resultaba invisible en un blanco sobre blanco que no tenía forma alguna de ser distinguido para hallar quizás un posible relieve. Un paso vacilante fue dado y esa extraña superficie sostuvo su pie con la seguridad de su corazón y la firmeza de los juicios de aquel Dios del que renegó hacía mucho tiempo. Otro paso mas y el mismo resultado y otro. Lo que se había supuesto por una especie de energía que fluía de su cuerpo ahora parecía volver a este en cantidades mayores de las que había cedido, como si aquel lugar quisiera entrar dentro de ese cuerpo débil por enfermedades a lo largo de los años. Una idea furtiva se coló en la mente de aquel que algunos denominaban monstruo y otros escritor prometedor. Parecía que su mente deseaba reflexionar. In mas esperanza de salvación o al menos una idea de que hacer o sospecha de posible futuro fuñe caminando y reflexionando al mismo tiempo.


Observándose las manos de vez en cuando trataba de pensar en temas banales directamente relacionados con ese lugar. pensaba en quizás el motivo que lo había traído ahí. Pero nada se le venía a la cabeza con respecto a eso por lo que intuyó que había muerto de alguna forma que ahora mismo no recordaba, quizás de una forma terrible que su mente se negaba a rememorar como norma interna de esa nada absoluta en la que se encontraba. Quizás ese cambio del que tanto se hablaba. aquello que sucedería en un lejano pero a la vez cercano diciembre de ese año en el que recordaba vagamente haber vivido. En su mente se movían escenas sueltas que le causaban una gran y vívida sensación de extrañeza. El no recordaba nada mas bello que todo lo que pasaba por su mente y una intuición cruzó su pensamiento. Fue rápida, como quien cambia el escondite en el que se oculta por otro lo mas rápidamente posible. Buscó dentro de si mismo y esa sensación volvió a hacerse presente esta vez acompañada de algo que rozó su brazo y le hizo girarse en la dirección asignada por su instinto de conocimiento. Nada mas que la Nada. Otra nueva intuición y esta si que fue agarrada por una fuerza con la que obligó a cantar alguna verdad, pero esa intuición era muda por lo que tuvo que mirarla a los ojos y leer en su mente, sintiendo que algo le invadía su intimidad de forma progresiva, una conciencia extraña que parecía moverse por instinto y a la vez pánico. Entonces cayó en la cuenta de todo. 


Sin la mas mínima duda ni tiempo de reflexión extendió sus manos y apuntó a un punto indistintamente escogido. de entre sus dedos comenzó a flotar aquella extraña y blanquecina esencia que a medida que avanzaba creaba una gama de colores inimaginable. Como el artista loco que tira cubos de pintura dentro de una gran cubeta y lo vierte sobre el lienzo en blanco, aquello se asemejaba bastante pero como si de los dedos surgieran chorros. Y cara chorro parecía tener un caprichoso destino, todo acorde a los pensamientos de aquel creador que de mundo en mundo había viajado para poder encontrar algo que fuera calificado de perfecto para él. la sensación al derramar todo aquello sobre ese basto lienzo en blanco era algo que no se podría describir de ninguna otra manera. Las sensaciones de poder se acrecentaban y una gran mancha marrón con la forma desdibujada de un legendario dragón se hizo presente, rugiendo para estrellarse mas allá en una distancia no muy fácil de precisar creando un cúmulo de pintura. De otro de los dedos no paraba de salir un color verde césped que poco a poco se derramaba desde su falange hasta el suelo extendiéndose rápidamente por el lugar. Aquello parecía destinado a ser una verde pradera, o eso pensó el escritor, que narraba la historia de la creación de ese mundo en su mente. Aquel pensamiento, acompañado de metáforas y cultas palabras se hizo una palpable realidad cuando de aquel manto de informe verdor se fueron elevando unas hebras llenas de frescura que derramaron el olor de la hierba fresca por sus fosas nasales. Cerrando los ojos y hablando lentamente el narrador de aquella historia, presente en todo momento y consciente de su poder fue creando un mundo.


A aquella fresca hierba le surgieron los árboles y las montañas mas altas que cualquiera pudiera imaginar. En las cumbres de esas, la nieve de las partes mas bajas se fundía para poder correr a través de la tierra y a lo largo de ella en toda una suerte de ríos y manantiales que podían saciar y limpiar la sed y el cuerpo así como restaurar las fuerzas de cualquier viajero casual. La tierra respiraba en oxígeno y gracias a las obras de aireo que suponía estar recién creada. En donde el dragón se había estrellado se encontraba una colina de tierra y roca bastante solida que daba una de las primeras notas de relieve junto a las montañas. Lo que parecían dos alas no formadas del todo estaban alzadas al cielo en un último reclamo ye intento por emprender el vuelo que nunca mas se llevaría a cabo o quizás sí, pero eso ya es otra historia. En aquella colina se fue creando mas y mas detalles en los que poco a poco se iba definiendo lo que hacia único a cada elemento. una montaña de fuego a lo lejos, una de hielo en el otro extremo, un tremendo arco iris que iba derramando flores por todos lados llenando aquel mundo con la variedad de mil colores, o quizás de diez mil. Las primeras criaturas definidas aparecieron y se hicieron presentes los cantos de los pájaros que daban su recital entre las ramas de los grandes árboles los cuales departían sobre aquello que les causaba mas molestia o lo que gozaban de hacer cada vez que nadie miraba o los escuchaba. Lo hierba ya formada alcanzaba a la altura de las rodillas y de los tobillos, todo ello a depender del sector de aquel campo en el que se pusiera uno a explorar. Las rosas fueron cayendo a lo largo de todo un reguero de esplendor en el que nada parecía dar un solo matiz de oscuridad pero tampoco de luz. Todo seguía apagado. En aquella nada había color sí, colores de luz pero no había la luz necesaria. 


Los zorros y las ardillas estaban correteando por ahí ya. Las marmotas y los lirones estaban agazapados en sus refugios de invierno, despertando a la nueva vida que se les había concedido con la imaginación de aquel ser triste que ahora se encontraba pletórico y ocupado. los aullidos de los lobos se fueron escuchando como si vinieran de muy lejos para después hacerse mas cercanos. Con suavidad las primeras risotadas de las ninfas y sus bailes se hicieron sentir sobre la fresca hierba y las dríades estaban al corriente de que nadie perturbara la tranquilidad de los bosques que protegían. una explosión se hizo escuchar, primer aviso de que se estaba cerca de una veta de diamantes, algo que los enanos celebrarían. Lejos, ya imposible de escuchar hasta que uno no arriesgara la vida para poder deleitarse con el espectáculo, los elfos celebraban su nacimiento. Una gran sonrisa cruzaba el rostro de ese ser abyecto que estaba esforzándose al máximo. los ejércitos de hipogrifos pasaron sobre su cabeza para dar protección aérea en alguna batalla lejana en países que no alcanzaba a ver si ojos pero sii su poderío creador. En las profundidades de los mares los delfines jugaban entre ellos y por encima o debajo las ballenas hacían que los cantos de estas se escucharan por donde quiera que uno metiera la cabeza. los peces se escondían de los peces mas grandes para no ser devorados. Alguno aun dejaba escapar una mancha de color señal de su reciente creación. los pájaros de la costa se lanzaban a por las presas mas cercanas con sus largos picos. Aquel creador se sentía pletórico y entonces, apuntando a la colina del dragón se centró en todo su esfuerzo por crear la obra humana mas bella del mundo. 


El flujo se frenó por un momento y los ojos se cerraron visualizando aquello que quería. Y entonces abrió los ojos y apuntó directamente a aquella colina extendiendo sus dedos y narrando la caída de unas piedras desde el cielo que efectivamente fueron a dar en el lugar justo en forma de grandes manchas de una especie de esencia ni liquida ni vaporosa. El cúmulo de colores se fue haciendo mas y mas denso hasta que aparecieron las primeras definiciones de las murallas. en las que se encontraban grandes detalles de flores y escenas donde seres fantásticos llevaban a cabo todo tipo de actividades. caídas en un pétreo baile, las rocas fueron avanzando al interior de ese cerco en el que se fue formando un suelo totalmente plano de losas de un mármol blanco así como poco a poco se fueron acumulando formando la estructura del castillo que pretendía aquel escritor fuera el único edificio de todo aquel bello lugar. Y es que nada había mas bonito que la naturaleza a los ojos de aquel creador, de ese caído en las garras de miles de sentimientos y emociones. Aquel castillo brillante y majestuoso poco a poco fue tomando la forma de la mas basta fortaleza que no dejaba de conservar a su vez una discreción natural con matices engañosos. la sonrisa cubría el rostro del escritor que poco a poco movía los dedos como si estuviera escribiendo aquella historia llena de esplendor y de luz. En el aire los colores se mezclaban para caer como cuervos sobre la carne putrefacta fusionándose con el resto de la estructura como i fueran injertos de piel. Por las ventanas recién formadas se colaban las mas diversas tonalidades que poco a poco iban tomando la forma en su interior de muebles y de todo tipo de cómodos asientos así como armarios y mil detalles mas. Armas, laboratorios una gran biblioteca para albergar mucho conocimiento, todo eso y mas comenzaba a habitar el lugar. En una de las ya formadas torres. Todo tubo el mas bello de los sentidos. 


Aquello fue creador desde otro lejano lugar a las manos e ideas de muchos amigos y enemigos de aquel que había ´´muerto´´. Su corazón latía fuertemente pues en cada pensamiento se enhebraba una historia digna de ser escuchada o que pretendía serlo para provocar la sonrisa y la emoción de aquel que le quisiera escuchar. Con una última pincelada una bandera en la que lucia un aterciopelado fondo negro hacía destacar con mas fuerza una solitaria rosa azul en lo alto de la torre y en las esquinas de las murallas tan bellamente decoradas con múltiples escenas de caza y de la vida cotidiana de otras especies inteligentes. Pero todo seguía sin oscuridad ni luz. Por lo que fue hora de crear el día y la noche. Con determinación aquel fallecido apuntó al cielo y suavemente susurró las palabras con la que definía el sol en su mundo. Fue solo una palabra y no era el nombre del astro rey en ninguna de las otras religiones ni culturas que habían precedido a la suya. Una gran voluta impregnada en colores de gran brillo y luminosidad hizo que se elevara un sol a los cielos y este desprendió y desparramó su luz a lo largo de todo aquel mundo con una luz especial que él tenía como foco y faro guía en los momentos de mayor y menor dificultad. Visualizando una sonrisa se hizo la noche y en el cielo desparramo mas color, pequeñas pintas blancas que fueron tomando forma para ser las estrellas en el cielo nocturno, ne medio de las noches de pasión y suaves confesiones. Un leve  pero notable estremecimiento y el sonrojo acudieron al cuerpo de aquel creador al imaginar algunas cosas. Sacudiendo un poco la cabeza se centró en todo aquello y final mente el último detalle se llevó a cabo. Unas grandes alas fueron creadas saliendo desde sus dedos hasta posarse en su espalda, apegándose con firmeza y perfectamente adaptadas a vuelos altos, largos y rápidos. 


Entonces miró las puertas y esperó largo rato a que ella saliera para que contemplara ese mundo. Nada pasó. poco a poco la sonrisa se fue borrando de su rostro ¿que iba mal?. Miró a todos lados recontando árboles, bosques, montañas, tropas, criaturas inteligente y no inteligente, las hojas de cada árbol, cada grano de arena de cada playa y cada desierto. Las puertas seguían sin abrirse y el horror se hizo en su pecho. Aquello no era un mundo ni un sueño, era la mas vil y cruel pesadilla que pudiera vivir alguien como él, tan acostumbrado al dolor emocional pero que ni por asomo podría resistir un mundo sin aquello. Cruel tortura era aquello tan bonito que veía hasta que despertó. 


Despertó empapado en sudor, con la respiración alterada y una fuerte angustia en su corazón. Abrió las cortinas negras con pequeños detalles que daban cabida a muchas historias de alta intensidad y miró al exterior. Too tal y como lo había soñado. no podía ser tan terrible sus destino. De un salto se levantó y ni la puerta usó, sencillamente saltó por la ventana y el viento lo elevó por los aires en un rápido vuelo a la búsqueda de aquello que había causado tal horror. No lo encontró. Miró a todos lados a la búsqueda de aquello que le tenía tan acongojado y trató de pensar con lógica. Se dejó llevar por la Brisa hasta que dio con el paradero de ella. se encontraba feliz, bailando con unos cuantos elfos, luciendo su vestido regalo de los mismos para que su sonrisa nunca muriera. En su cabeza una corona de rosas azules intercaladas con rojas y amarillas. Respiró tranquilo y se hizo ver ante los ojos penetrantes de aquellos seres milenarios y de leyenda. hizo una reverencia a la que correspondieron. Él no era nadie aun siendo creador de mundos para faltar al respeto a tan nobles (y a veces algo altivas) criaturas. Sin dudarlo por un momento se acercó a la musa y susurró suavemente muy cerca de sus labios. 


-Estoy aquí para decirte que hoy morí y en el lugar donde me encontraba no estabas tu, así que decidí volver para seguir a tu lado. ni en otra vida te puedo olvidar, ya sea en la mas eterna gloria o la nada mas vacía y miserable... 



2 comentarios:

  1. Estoy aquí para decirte que hoy morí y en el lugar donde me encontraba no estabas tu, así que decidí volver para seguir a tu lado. ni en otra vida te puedo olvidar, ya sea en la mas eterna gloria o la nada mas vacía y miserable... me has matado con estas palabras es precioso como terminas tan buen escrito


    besos

    Gia

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    1. Es lo que el corazón me dicta, ya sea despertando obsesionado con esas frases o imaginándolas y dándoles forma a lo largo del día. Muchas gracias por tu comentario querida Gia trato de siempre causar la mejor impresión a quien lea todas estas sanas locuras...

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