miércoles, 27 de junio de 2012

Carta a la Musa IV

Querida Musa:


Mis recuerdos vuelan aun alrededor del último momento en el que vi tu rostro, tu sonrisa y todo aquello que creo te hace buena para mi persona. Es ya lejano ese momento pero confío en podernos encontrar de nuevo bajo el brillo de esa bella luz que regalas al mundo y a este humilde siervo de ti con tu sencilla presencia. En mi mirada ha quedado grabado la última imagen que tuve de ti, de aquella vez en que tu sonrisa y esa bonita confianza, eso que nos une, se hizo mas fuerte con el sencillo encuentro entre nosotros dos. Me siento plenamente satisfecho de haber sido causa de bien, de haber visto aquella sonrisa por última vez antes de nuestro reencuentro. Porque nos vamos a reencontrar, de eso estoy seguro y con todo lo que nos depare la vida seguramente mas de un reencuentro seguido al que nos espera también lo vamos a tener. Y te estaré esperando cada día que pase hasta que nos volvamos a ver. Desde entonces mantendré tu recuerdo acariciando mi memoria con esa ternura que solo he sentido contigo. En esta carta plasmaré de nuevo todo aquello que me surge del alma ante tu pensamiento, de cada una de las emociones que tus palabras y actos causan en mi con todas sus consecuencias benignas.


El recuerdo de tu mirada se me clava en la memoria con el delicioso dolor de la extrañeza, sabedor de que voy a sonreír como no tienes una idea y a alegrarme sobremanera cuando me vea bañado por aquella luz divina de tus labios curvándose tan deliciosamente. Aquella mirada tan limpia que a mi me proporciona unas sensaciones tan contrarias y bellas como la tranquilidad o el estremecimiento que remueve en la intimidad de mi espíritu pensamientos no muy aptos para aquellos que gustan de la moral y aun así teñidos de una belleza indescriptible. No olvidaré el primer recuerdo que tengo de tu mirada, en el que pode sumergirme en un mundo del que desee no salir, es mas, del que quise formar parte, dejar algún recuerdo imborrable. Con una agradable sensación rememoro tu mirada intensa, que puede hacerme perder la cabeza, hechizarme y cortar el hilo de mis pensamientos, de las ideas que no sirvan para nada dejando a un lado todo eso para dejar paso a las palabras que te impulsen irrefrenablemente a sonreír en cada una de mis frases, de mis poemas sacados de la improvisación, en cada verso que se me ocurra decirte al oído. Aquellos ojos tienen la luz del destino mismo de la humanidad si toda tu te propusieras decidir sobre esta. Veo un poder enorme al que no temo pero al que presto la debida reverencia. De tus ojos haré las constelaciones que sean necesarias para poder guiarme a través del mundo que hay detrás de ellos para no perderme por siempre. Y aun así no temo ese destino.


Abogo por la luz en el mundo representada por tu gran sonrisa, esa sonrisa que cada vez que veo aparecer pienso que las estrellas en conjunto de estos y otros cielos me sonríen y me auguran un bello destino. Y es a su vez un templo que cierra sus puertas ante los males del mundo. Y esos son mis enemigos pero yo los desterraré de tu vida para que no pierdas nunca las ganas de sonreír. Su blancura es infinita y la luz que desprende cura todos los males que pueda habitar en el interior de alguna persona. Toada mi apatía desaparecerá cuando vea de nuevo esa sonrisa que tanto encandila a cuanto ser humano te sale al paso. Aquella sonrisa que vi por primera vez me hizo pensar ´´tengo que hacer que siempre sonría´´ porque siento tu luz muy dentro de mi cuando sonríes. Tu sonrisa es el aleteo de un ave en libertad, la alegría de un niño que siente que es querido, la sensación de bienestar cuando algo sale realmente bien. Tu sonrisa puede tener los mas beneficiosos efectos, como si fuera el remedio a los males del mundo, del cuerpo e incluso del alma. Tengo toda la fe del mundo en que si ha de existir para algo la eternidad, sea la luminosidad de tu sonrisa, la cual me has regalado en mas de una ocasión, la cual ha exterminado mis tristezas de una sola vez. Me impulsa también a sonreír para que tu sigas sonriendo, dándote apoyo hasta el final de esta vida y el comienzo de la siguiente, en la que tu luz guíe mis pasos una vez mas.


Recuerdo cada uno de esos pequeños gestos en los que está impresa tu huella dentro de mi. Cada uno de ellos que es rememorado, en cada palabra que escuchó de esos dulces labios puedo crear un soldado en forma de historia que luche por el bien del mundo. De este mundo que es el viento entre los árboles para igualar a tu voz, las cristalinas notas de los riachuelos para que representen a tu risa y el estallido de las estrellas para esa alegría demoledora que todo lo arrasa en forma de luz y color. Siento la bella sensación de haber creado una de las maravillas que nunca serán contempladas por mas que nosotros. No hay comparación a todo aquello que mi mente crea cuando aparece tu estampa entre mis pensamientos mundanos, logrando que estos adquieran un matiz irrepetible, único en todas sus diamantinas facetas. Cada uno de esos pequeños gestos es una gota de ambrosía de los dioses que me concedes a mi, este humilde siervo al servicio de tu persona, ante la cual ofrezco mi espada, alas y un sin fin de cosas banales para que las tomes a tu antojo y les des la utilidad que gustes. En la gran batalla de al vida me sirven a día de hoy pero quisiera compartirlas contigo para que juntos podamos derrotar todos los males interiores y exteriores a nosotros. Dejo a tus requerimientos estas tus alas a partir de ahora que nunca se van a despegar de mi pero que desde la primera caricia a tus plumas te han pertenecido de alguna forma y solo van a rodear tu cuerpo con esa tonalidad azulada y brillante que tantas motivadoras sonrisas te han arrancado.


Son esas mis armas y muchas mas que tengo en mi haber dulce Musa de mis versos. En cada noche digo alguna bella poesía, buena o mala pero salida desde lo mas profundo de mi ser para que el viento la lleve hasta ti y te acompañe en los sueños o te acaricie el rostro y el alma cuando estés triste. Podría navegar, volar o excavar a través de mares y tierras para sentir de nuevo aquella luz que me regalas con tu presencia, por la que pienso luchar hasta las última fuerzas en defensa de su eterno brillo, sin temor al error que me separe de ti porque bien sabes que todo aquello que hago lo hago de corazón y con la intención de hacerte el mas notable de los bienes. Una sola lágrima tuya es un puñal que asesina un bello motivo por el que existir en este mundo. Y yo secaré todas tus lágrimas cuando estén mi mano poder hacerlo. Te cuidaré con estas alas que esperan para abrazar tu cuerpo y estos brazos que pretenden envolver tu alma en una especie de capa de seguridad eterna. Mis labios ya están deseando acercarse a tu oído y susurrar el mas secreto y obvio de los ´´te extraño´´ con una suavidad que no iguale ni el terciopelo. Y si cuando nos encontremos buscas el reposo entre mis brazos, sobre mi pecho, donde dormir a gusto, entonces eso es lo que tendrás. Ofrezco este cuerpo y alma a la voluntad de tu descanso para que sea tu refugio mas seguro y así pienso repetirlo cuantas veces haga falta oh poderosa Musa.


Y aunque la batalla sea dura yo resistiré a la espera de que tu llegues a mi. O de que el destino me ponga cerca de ti y podamos separarnos solo tras el mas largo de los abrazos. Miraré tus ojos, besaré tus dedos y sentiré que al fin todo tiene un sentido especial en esta vida, que cada acierto y error confluyen en la delicada fragancia de tu piel, en la suavidad de tus gestos y la elegancia de tus pasos y movimientos. Todo eso será la confluencia de una corriente que llenará cada una de mis células de una energía rica en bondad, en buenos pensamientos. Quien sabe si regado por una negra cascada que es tu cabello sobre mi pecho y nuestras miradas dedicándose inconfesables palabras que no pueden ser dichas en idioma alguno. Partirán todas las razones por las que sonrío del castillo de blancas paredes de mi corazón hasta el puerto seguro de tu mirada.  Y volaré libre hasta que pueda verte en el horizonte y sienta esa poderosa sensación de querer abrazarte.


Me despido recordándote que eres la mas luminosa de las presencias en mi vida, que puedo respirar tranquilo sabiendo que algún día volveremos a vernos por mucho tiempo que pase. Aun así espero verte pronto y que me cuentes todo aquello que te tuvo ausente y yo pueda susurrarte algún versos suelto a tus lindos ojos a través de mi mirada.


Atte: Tu caballero alado que te quiere como no se hace ni el mismo a la idea. 


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