sábado, 5 de febrero de 2011

A todos los valientes soldados del pueblo

Hoy partís todos vosotros a lo lejano del destino, vais a ser inscritos en los libros de historia y marcareis un hito en la humanidad. Enfrentareis a un enemigo poderoso y le daréis muerte para poder velar un día mas por los intereses y en especial la felicidad del pueblo, la granja o el puerto y ciudad en el que nacisteis. Cada uno de vosotros está destinado para que las órdenes de los superiores se cumplan, habéis pasado penurias, torturas e incluso habéis perdido partes del cuerpo, estáis totalmente agotados. En vuestras mentes solamente se extiende un ansia de libertad que solamente las aves creadas por Gaia nuestra Madre pueden tener. Estáis a las puertas de algo grande, de algo en donde no habrá vuelta atrás, ante lo que no debéis ni se os permitirá retroceder pues las alas de la vergüenza y la cobardía están sobre vosotros acompañadas de las muerte. Estáis aquí para enfrentar a ese enemigo vil, que no debe traspasar esa linea detrás de la cual estáis ahora mismo. Delante de vosotros el enemigo y detrás vuestros hogares con vuestros hermanos, madres, hijos, padres y demás seres queridos. Que vean la fiereza en nuestros ojos., que sientan la rabia de nuestros cuerpos florecer y que esa rabia los acuchille en lo mas hondo de sus almas, que sus corazones tiemblen y los ojos le lloren. Vamos a arrancar sus almas con el justo combate y les daremos la lección de no traspasar mas las fronteras de la libertad y de la esperanza con sus viles trucos y mentiras, vamos a ser los mas leales heraldos de esa libertad y de ese amor que se forjó en nuestras alamas de cara a esta tierra desde el momento de nuestros nacimientos. Que sepan la fuerza y la luz que dan los bosques, las montañas, los lagos y los ríos del lugar de donde venimos. Por que los vamos a mirar a los ojos y les diremos con la voz mas templada de este mundo, con la voz del pueblo, con la voz de todos los hombres mujeres y niños que quieren la paz ´´no pasareis´´. Miraremos sus ojos con el desafío a la muerte en ellos, les miraremos fijamente mientras esa luz insidiosa que nos impulsa a combatir se aviva en nuestras almas y nos reclama el precio de esa libertad con la sangre. Cada enemigo que caiga en los cielos, en las aguas, en la tierra que nosotros pisemos, será un paso mas a la libertad y la liberación de esta nuestra nación que está bajo el asedio de las hordas. Que Gaia Os Acompañe

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